Compañeros lectores y mi querido Don Pedro,
Quería no faltar a entrada alguna, de esta serie quijotesca, que bien que mal me ha sorbido el seso, (y dicen mis Damas, que como al bipolar Quijote también el sexo), pariendo últimamente solo enjendros y haciagos comentarios con sobradas haches o nunca bailadas jotas.
Pero hallo en mi disculpa, la locura de mi lega y absorta mano (que en siendo solo una, es siempre ocupada y confusa en malos vicios), porque locura es la traducción de grafía arábiga impresa en unos cuadernos que encontré en un almacén de libros olvidados, que dicen fue antigua imprenta que ya visitó Cervantes en Barcelona; pues era mi interés, la semana pasada, buscar una edición del Quijote en tapa dura, ya que nunca así la tuve, y con ella regalarme (con pago o hurto, que todo cabía en mis ánimos zafiones y enmascarados) para celebrar justamente el final de la común lectura del mismo, con los lectores quijotescos de la Acequia.
Luego usé el servicio traductor online de google y ofrecióme algo así de incognoscible, en 0,002 segundos: “He aquí yo estoy LXXV Dnd d xas Susededas j Asontesidas j El Ilvamoso olvidar Fest, el Inter d sin Ejuti.”.
No me asombré del resultado, porque la ciberciencia avanza hacia el futuro pero nunca llega, así que opté por ofrecer el traducirlo a una morita, muy velada, que siempre me cruzo en las escaleras de mi casa y a la que hace tiempo tomé por culta porque entre el constante sube y baja, anda vaciando papeleras y responde en la lengua que le hablan, pero también, que no solo, sobradamente bella, porque eso no hay velo que lo esconda a aquellos que andamos a dos velas.
Así que en el descansillo y con poco esfuerzo, me dijo que el texto de aquella sucia página que merecía ser reciclada en un cubo de basura, era del todo incomprensible en árabe y que aunque era sin duda grafía arábiga, no significaba nada que ella conociese, porque no tenía sentido en lenguas magrebíes, ni persas, ni kurdas, ni urdas ni malayas.
Le pedí entonces excitado por tener tan cerca, a traductora y el secreto al alcance de mis viciosas manos, que intentase leer los caracteres de lo escrito, según suenan en árabe pero como si estuviese balbuceando madrileño con deje de Alatriste, y mirándome a los ojos con extraña mueca, aceptó con un movimiento afirmativo de cabeza y mientras leía le cambiaba el contorno de la boca en sonrisa, y en voz alta retumbaba su decir en la corrala:
- Capítulo LXXV Donde se cuenta de cosas sucedidas y acontecidas en el famoso y nunca visto entierro de don Quijote.
Casi me desnuco si no me agarro a las caderas de la joven, que al verme tan mal dispuesto y libido, decidió llevarme al sofá de su piso, que era la puerta más cercana y aquel su descansillo.
Como sin máscara parezco buena persona, me regaló con té de jazmín y pétalos de rosa, y púsome tantos cojines que evitaron el dolor en los mismos que me producía la visión de aquella joven ninfa desvelada, que en su harén pronto vistió tan ligera como mi imaginación (muy dada al exceso) no alcanzara a imaginarla, y por ello tantas cosas ensoñé o sucedieron que las celosías que separaban el salón del dormitorio, enrojecidas al infrarrojo de nuestros rubores se volvieron sepia y tan de buen gusto fueron, que yo les contara todas, si no fuese porque sé, que no les interesan nada.
Y así las visitas a mi vecina del segundo han continuado desde hace una semana, y a punto estoy de traducir el Capítulo 75 del Quijote, que con las licencias que mi mano y lengua se han tomado junto a la traductora, las cosas del capítulo tienen más apertura y han quedado completamente desvirgadas de su casto silencio.
No esconderé que dificultad y gusto ha tenido, penetrar completamente entre esas cadernas vía aljamiada; sobre todo pellizcar en todos sus sentidos los poemillas que se erectan, pero si poca fue la suerte de mi vida, mucha la fortuna que me ha acompañado en este trance místico con la bella mora, porque además de filóloca en lenguas españolas, lo es de las semimíticas, inglesonas y de sobre todas las romanceras, doctora honoris causa en el francés de la probenza y catalán de Sardañola.
Aunque si no me bastase, es poetiesa en verso intenso y activista pro-sajaragui; que fue su padre tuareg en los desiertos que riegan las tierras que confluyen entre Mali, Argelia y Mauritania, aunque su madre vasca, por eso ella tiene una cabellera rubia, que Sol debiera ser su nombre y un blanco de piel que hasta sus pies descalzos parecen pedazos de cristal, y sus brazos femeninos y nácar, pero con la fuerza de un harrijasotzaile, que tiene costumbre de llevarme en volandas como si fuese un monigote de feria, cada vez que concluimos la transcripción completa de una página.
Y como avance, no piensen que invento de lo mucho que incluye ese capítulo perdido y recién encontrado, y que no crean que voy recurriendo al digo que dicen, ya que aparece en el capítulo LXXV un caballero de la Villa y Corte, que presente en el funeral dedicó al muerto unas estrofas, con teatral parsimonia y desenvuelto, que todos quedaron sin habla, admirados y aplaudiendo, menos Sancho que no le entendió la gracias.
Pequé de necio en mi arrogancia ciega
pues solo mi tonada yo entonaba
mientras Quijote augusto cabalgaba
viviendo la obra que inmortal nos lega.
A galope de Lope solo Vega
mientras a ese Cervantes que envidiaba
en soledad, un universo alzaba
con el barro y costilla de manchega.
Y ahora que pasaron los seis días
hay luz donde reinaron negras sombras
profunda humanidad aunque te rías
texto que se conoce si lo nombras
y glorias más altas que las mías
¡vivo o muerto en tu discreción me asombras!
¡Oh Quijote! perdona mis injurias
y descansa sabiendo que mentía,
y sepan que mi pluma tú atolondras.
Ejemplo sea el soneto transcrito, de lo mucho que hemos trabajado, transpirado y cabalgado, yo y la mora, para encontrar al paso de la historia, éxtasis en aquello que fue de boca en boca, y después perdido en el relajo y flácida memoria de entre el follaje, yo folio y ella folia.
Suyo queda,
J. de la Vega Z+
Quería no faltar a entrada alguna, de esta serie quijotesca, que bien que mal me ha sorbido el seso, (y dicen mis Damas, que como al bipolar Quijote también el sexo), pariendo últimamente solo enjendros y haciagos comentarios con sobradas haches o nunca bailadas jotas.
Pero hallo en mi disculpa, la locura de mi lega y absorta mano (que en siendo solo una, es siempre ocupada y confusa en malos vicios), porque locura es la traducción de grafía arábiga impresa en unos cuadernos que encontré en un almacén de libros olvidados, que dicen fue antigua imprenta que ya visitó Cervantes en Barcelona; pues era mi interés, la semana pasada, buscar una edición del Quijote en tapa dura, ya que nunca así la tuve, y con ella regalarme (con pago o hurto, que todo cabía en mis ánimos zafiones y enmascarados) para celebrar justamente el final de la común lectura del mismo, con los lectores quijotescos de la Acequia.
Y si no encontré el Quijote que buscaba, que todos por voluminosos, nada disimulaban, sí pude apañar cercano a ellos, unos legajos y papeles sueltos en número de veinte o ciento, que salieron conmigo de aquel lugar que olía a celulosa y cementerio.
Atónito me quedé al leer en el primer cartapacio hurtado, el número 75 en números romanos y ver un dibujo que representaba a un viejo que parecía cadáver en armadura y baciyelmo, junto a un mozo despeado de otros tiempos que le velaba y le lloraba; visto ésto, no me costó mucho encontrar un ciberShay con ordenadores y teclados moros, recién llegado al barrio de Lavapiés donde por unos meses me alojo aquí en el centro de Madrid, tecleando lo siguiente copiado del primero:
Atónito me quedé al leer en el primer cartapacio hurtado, el número 75 en números romanos y ver un dibujo que representaba a un viejo que parecía cadáver en armadura y baciyelmo, junto a un mozo despeado de otros tiempos que le velaba y le lloraba; visto ésto, no me costó mucho encontrar un ciberShay con ordenadores y teclados moros, recién llegado al barrio de Lavapiés donde por unos meses me alojo aquí en el centro de Madrid, tecleando lo siguiente copiado del primero:
سيبطله LXXV دند ص كنت د كساس سوسيديداس ي اسونتيسيداس إن يلفاموسو ي ننسى فيست، إنتر د دون ويجوتي.
Luego usé el servicio traductor online de google y ofrecióme algo así de incognoscible, en 0,002 segundos: “He aquí yo estoy LXXV Dnd d xas Susededas j Asontesidas j El Ilvamoso olvidar Fest, el Inter d sin Ejuti.”.
No me asombré del resultado, porque la ciberciencia avanza hacia el futuro pero nunca llega, así que opté por ofrecer el traducirlo a una morita, muy velada, que siempre me cruzo en las escaleras de mi casa y a la que hace tiempo tomé por culta porque entre el constante sube y baja, anda vaciando papeleras y responde en la lengua que le hablan, pero también, que no solo, sobradamente bella, porque eso no hay velo que lo esconda a aquellos que andamos a dos velas.
Así que en el descansillo y con poco esfuerzo, me dijo que el texto de aquella sucia página que merecía ser reciclada en un cubo de basura, era del todo incomprensible en árabe y que aunque era sin duda grafía arábiga, no significaba nada que ella conociese, porque no tenía sentido en lenguas magrebíes, ni persas, ni kurdas, ni urdas ni malayas.
Le pedí entonces excitado por tener tan cerca, a traductora y el secreto al alcance de mis viciosas manos, que intentase leer los caracteres de lo escrito, según suenan en árabe pero como si estuviese balbuceando madrileño con deje de Alatriste, y mirándome a los ojos con extraña mueca, aceptó con un movimiento afirmativo de cabeza y mientras leía le cambiaba el contorno de la boca en sonrisa, y en voz alta retumbaba su decir en la corrala:
- Capítulo LXXV Donde se cuenta de cosas sucedidas y acontecidas en el famoso y nunca visto entierro de don Quijote.
Casi me desnuco si no me agarro a las caderas de la joven, que al verme tan mal dispuesto y libido, decidió llevarme al sofá de su piso, que era la puerta más cercana y aquel su descansillo.
Como sin máscara parezco buena persona, me regaló con té de jazmín y pétalos de rosa, y púsome tantos cojines que evitaron el dolor en los mismos que me producía la visión de aquella joven ninfa desvelada, que en su harén pronto vistió tan ligera como mi imaginación (muy dada al exceso) no alcanzara a imaginarla, y por ello tantas cosas ensoñé o sucedieron que las celosías que separaban el salón del dormitorio, enrojecidas al infrarrojo de nuestros rubores se volvieron sepia y tan de buen gusto fueron, que yo les contara todas, si no fuese porque sé, que no les interesan nada.
Y así las visitas a mi vecina del segundo han continuado desde hace una semana, y a punto estoy de traducir el Capítulo 75 del Quijote, que con las licencias que mi mano y lengua se han tomado junto a la traductora, las cosas del capítulo tienen más apertura y han quedado completamente desvirgadas de su casto silencio.
No esconderé que dificultad y gusto ha tenido, penetrar completamente entre esas cadernas vía aljamiada; sobre todo pellizcar en todos sus sentidos los poemillas que se erectan, pero si poca fue la suerte de mi vida, mucha la fortuna que me ha acompañado en este trance místico con la bella mora, porque además de filóloca en lenguas españolas, lo es de las semimíticas, inglesonas y de sobre todas las romanceras, doctora honoris causa en el francés de la probenza y catalán de Sardañola.
Aunque si no me bastase, es poetiesa en verso intenso y activista pro-sajaragui; que fue su padre tuareg en los desiertos que riegan las tierras que confluyen entre Mali, Argelia y Mauritania, aunque su madre vasca, por eso ella tiene una cabellera rubia, que Sol debiera ser su nombre y un blanco de piel que hasta sus pies descalzos parecen pedazos de cristal, y sus brazos femeninos y nácar, pero con la fuerza de un harrijasotzaile, que tiene costumbre de llevarme en volandas como si fuese un monigote de feria, cada vez que concluimos la transcripción completa de una página.
Y como avance, no piensen que invento de lo mucho que incluye ese capítulo perdido y recién encontrado, y que no crean que voy recurriendo al digo que dicen, ya que aparece en el capítulo LXXV un caballero de la Villa y Corte, que presente en el funeral dedicó al muerto unas estrofas, con teatral parsimonia y desenvuelto, que todos quedaron sin habla, admirados y aplaudiendo, menos Sancho que no le entendió la gracias.
Pequé de necio en mi arrogancia ciega
pues solo mi tonada yo entonaba
mientras Quijote augusto cabalgaba
viviendo la obra que inmortal nos lega.
A galope de Lope solo Vega
mientras a ese Cervantes que envidiaba
en soledad, un universo alzaba
con el barro y costilla de manchega.
Y ahora que pasaron los seis días
hay luz donde reinaron negras sombras
profunda humanidad aunque te rías
texto que se conoce si lo nombras
y glorias más altas que las mías
¡vivo o muerto en tu discreción me asombras!
¡Oh Quijote! perdona mis injurias
y descansa sabiendo que mentía,
y sepan que mi pluma tú atolondras.
Ejemplo sea el soneto transcrito, de lo mucho que hemos trabajado, transpirado y cabalgado, yo y la mora, para encontrar al paso de la historia, éxtasis en aquello que fue de boca en boca, y después perdido en el relajo y flácida memoria de entre el follaje, yo folio y ella folia.
Suyo queda,
J. de la Vega Z+
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[Don Quizote de la Mancha ¿tiene un fin?]
[Folio 1- Capítulo LXXV Donde se cuenta de cosas sucedidas y acontecidas en el famoso y nunca visto entierro de don Quijote.]
[Segundo folio - Capítulo LXXV Donde se cuenta de cosas sucedidas y acontecidas en el famoso y nunca visto entierro de don Quijote.]
[Don Quizote de la Mancha ¿tiene un fin?]
[Folio 1- Capítulo LXXV Donde se cuenta de cosas sucedidas y acontecidas en el famoso y nunca visto entierro de don Quijote.]
[Segundo folio - Capítulo LXXV Donde se cuenta de cosas sucedidas y acontecidas en el famoso y nunca visto entierro de don Quijote.]
17 esgrimieron la palabra +-----:
Atónita quedé yo de leerte, estimado Señor de la Vega. Mi imaginación me lleva a pasarme mi propia película con su lectura.
Qué soneto! Tiene vida propia.
Un placer llegar a sus letras, amigo.
Que tenga usted un feliz fin de semana.
Suya mi mano,
STEKI.
¡Ge-ni-al! Lo que me he reido... Por lo menos su aventura con la morita/vasca salió bien aunque se lo llevase "en volandas como a un monigote de feria..." y su soneto Lope de Vegadiano MUY logrado. Estupendo mi admirado Señor de la Vega. Por cierto, ¿vendrá vuesa merced a nuestro condumio quijotesco el sabado 4 de diciembre en un pueblo cercano a Burgos de cuyo nombre ahora no me acuerdo? (Está cerca de Atapuerca). Verá qué placer, qué experiencia única, qué happening será degustar una deliciosa olla podrida cerca del Hombre Antecessor... Le esperamos. A sus pies, M.
Oiga, Donde Lavega ¿y no será que Usted se quiere chulear de su último ligue de Comunidad y no sabía cómo contarlo? ¿Le toca fregar la escalera más veces de lo que debiera a cambio del favor de la traducción?
Es lo típico del parchís, que es muy redicho, "te comes una y te cuentas veinte"
:D
Del entierro poco aclara o cuenta, será por el follaje y la espesura mental y, foliar y narrar son dos cosas que para un Don son difíciles de coordinar al tiempo.
¡Qué bien empluma Señor!
A sus pies, ahora que se los Lava
Un abrazo castrati donde más le duela.
BIP
Querido Sr. de la Vega: ya veo que hasta en la traducción usted tira a la costumbre, cosa que habla bien de su constancia. Hizo bien en no ponerse la máscara.
No oculto que me ha alegrado sobremanera su hallazgo y espero que, entre tanto trajín traductor, tenga tiempo para darnos cuenta. Lo adelantado, soberbio.
Mi querido Sr. de la Vega, esto del Quijote no tiene parada ni posada... es usted un grandísimo bribón.. no se si creer lo afirmado por mi amiga Bipo... o si por el contrario buscar las palabrejas con tintes arabescos fue la excusa para entablar con la traductora...sea como fuere, sin duda la experiencia lo merecía ...un saludo
Si no tuviera la excusa de la traducción, ya buscaría cualquier otra excusa para abordar a esta blanquísima morita rubia. No sé cómo pudo usted solito deducir que llevaba sangre de Mahoma siendo su piel tan de nácar. Una preciosidad sin duda.
Buena estrategia la de hacerse el desmayado para que le introdujera en su jaima y le agasajara con sensuales infusiones.
Parece tan real y sugestiva la historia, que es muy probable que pase a formar parte de mis involuntarios sueños. A ella, ya me la imagino, al Sr. Zorro, no sé si ponerle la cara de Antonio Banderas jajaja, (usted me disculpe las risas).
Finalmente, como le ha preguntado Merche Pallarés, ¿vendrá usted a degustar la olla podrida??. Un servidor, finalmente se ha decidido, a pesar de la deficiencia cardiaca (pero no grave) que me apareció en ls últimas semanas.
Cardiaco espero estrecharle la mano, o aplastarle el torax de un fuerte abrazo. A las chicas las saludaré esponjosamente, pues me dijo el galeno que no pasara emociones fuertes.
No olvide que lo esperamos allá donde nuestro antecesor procreador.
Buenas noches
[Steki] Mi Señora,
Gracias, yo me limito a escribir un guión con múltiples proyecciones, cada cual que pase su cinta de película, es lo justo en un mundo tan distinto.
El soneto son muñecas rusas, considerando quien lo ha escrito.
Feliz Semana a usted,
Besos y Suyo, Z+-----
[Merche Pallarés] Mi Querida Doña Merche,
Ge-nial sería si estuviese dentro de la botella en lugar de bebérmela, pero sin serlo yo también me río. Mi vecina la mora, es todo un personaje muy de estos tiempos, la confluencia de estereotipas con identidades metidas a presión o por injerto. Pero, siempre mujer de la A a la Z.
Ya sabe que soy cotillo, y el placer de disfrutar de un encuentro con ustedes sería la octava maravilla, porque entre ponerles a caldo y la olla podrida, saciaría mis apetitos, que son tantos.
Lástima que vista este personaje, ascético y poético, en lugar del refranero, realista y glotón de Sancho, si así fuese, me materializaría sin dudarlo en los aperitivos y me relamería los postres helados.
Muchas gracias, porque sé que su deseo es sincero, como el mío de conocerla-las-les.
Besazos y Suyo, Z+-----
[BIPOLAR] Mi estimadísima Señora,
Lavega a solas, donde usted quiera, pero al menda chulear no le hace falta, bien lo sabes chati, aunque disi-enmules, descargando irónicas dudas.
Fregar escaleras fregaría sin quitarme los anillos y de rodillas aunque me oliesen a hipoclorito de sodio; no hay mejor perspectiva en la escalera para ver piernas, o mejor, los tobillos blancos de mi vecina mora, más ahora que podría lamerlos y abrillantarlos.
Ve, Señora BipO, yo soy más del juego de la Oca, de pOca a lOca y lámela tiro porque me tOca.
Sobre el capítulo 75, no sea impaciente, porque las prisas no van a resucitar a nuestro héroe Don Quixote y lo que estoy viviendo, entre imaginativo y transcriptivo, es mejor que lo escrito, aunque más private. Y aunque dos cosas a la vez no hago, me las hacen.
Pero en su honor, empezaré a publicar poquito a poco lo revisado. Pero no me castre tanto o tendría también que desplumarla,
Y aunque tengo los pies lavados, sigo con las uñas largas, tanto que podría cavar mi tumba Donjuanesca.
Besos a usted, donde más guste, yo ya elegí, Suyo, Z+-----
[Pedro Ojeda Escudero] Mi Querido Señor Don Pedro,
Como pudo leer, primero probé lo tecnológico, por si un día me llevo una sorpresa también en eso. Pero, no hay nada como la mente humana prodigiosa, para traducir de lo que desea lo que se busca.
La máscara tiene su función, y mi encuentro con la cándida velada se desarrolla en bastidores, aunque en la escalera donde viviré por unos capítulos lo que se necesita es mascarilla.
Mucho trajín y Tajine de cordero con ciruelas pasas, que no solo de traducir vive el hombre y mejor me trata la vecina mora que al Sultán Suleiman el Magnífico, que Alá lo tenga en su gloria.
Sí iré publicando, aunque sea entre folia y folia,
Suyo, Z+-----
[Manuel de la Rosa -tuccitano-] Mi Señor de la Rosa,
Sí, una vez iniciados en la locura Quijotesca, el desengache es imposible, me temo.
Sobre los acontecimientos estupendos que confluyeron de los cuadernos a las caderas del destino, le explicaré que fue primero el arabesco; no le miento en eso, pero cada cual tiene su historia, Cervantes las suyas y nosotros las nuestras, ridículo por otro lado sería el suplantarlo si no fuese mayor el goce de intentarlo que el resultado, que a priori sabemos no superaría la narración de la primera traducción de los cartapacios aljamiados, pero sin superar eso, sí superaré el hecho del proceso de traducción misma, con ayuda de mi traductora, si cada día se deja, pues yo me dejo.
Así que no fue excusa, sino la armonía que confluye, de igual manera que a veces los pecados.
Suyo, Z+-----
[Antonio Aguilera] Mi divertido Señor Antonio,
Ya le comenté al Señor de la Rosa, que no hay excusa, jamás me hubiese atrevido a abordar a mi vecina mora, porque no olvide, que sin máscara no soy nadie. Y solo enmascarado, no hay balcón que se me resista, si El Zorro no había visitado el balcón de la mora, es porque vive en un apartamento sin balcones, y solo tiene su pisito una ventana abierta a la corrala.
Sabía que era mora mi vecina, porque lleva siempre velo islámico y habla marroquí con el vecino del 3ºD , tunecino con la familia del 4º-A, kurdo con la señora y marido del bajo-C de la escalera interior izquierda, y servo-croata con una chica musulmana recién salida de cuentas, del portal de enfrente, amén de otras lenguas y vecinos que no sitúo con igual precisión, pero en la tienda Todo a 100 de la esquina, todo lo pide en chino cantonés, y a los subsaharianos de la Plaza Lavapies y compradores de la calle del Mesón de Paredes, se dirigen a ella cuando se la cruzan, cada uno en su lengua materna.
Con todo, dudo que lleve sangre de Mahoma, aunque la genealogía del padre es bastante compleja, siendo la mitocondria materna, vasca auténtica.
Tampoco fue fingida la caidita de Roma, pero aún sin máscara mis reflejos zorrescos funcionaron y no perdí oportunidad de ir a la masa, para agarrarla.
¿Por qué me llevó cargado en brazos a su piso? eso tuvo que ver con el espíritu tuareg heredado y la proverbial hospitalidad de la que hacen gala, lo exquisito (en lengua portuguesa) fue que siendo mujer no tuviese temor en hacerlo, pero como explico en el texto mi vecina es mora-euskalduna zaharrak (una Pippi Långstrump de 33 años) y le bastaría media bofetada para estrellarme contra el muro.
Ha de imaginarse a mi vecina, tan bella y tan bien formada en mente y cuerpo, que los que caminan a su lado pareciese que vistiesen burka, en cuanto a mí, no es baladí la decisión de mi personaje, porque de muchas maneras me imaginan quien ello intentan, pero siempre atractivo, cada cual a su gusto.
Mi Señor Aguilera, cuídese el corazón, aunque solo sea por los que le quieren, que nuestros cuerpos son solo prestados, y un poco pertenecen a todos, y de los más amados somos imprescindibles personajes.
Ya expliqué a nuestra Señora Merche, mis barreras, pero créame que usted está en mi lista de encontrables cuando las salte.
Suyo, Z+-----
Buenos días, Señor De la Vega:
¡Genial escrito!. ¡Cómo le ha inspirado la lectura de El Quijote!.
Nos congratulamos que en estos días haya aprovechado su tiempo y además haya estado tan bien acompañado.
Dos preguntas:
1.- ¿Irá a la comida con el profesor Ojeda y los paseantes de La acequia?.
2.- ¿Se quitó la máscara con la bella mora?.
Su relato, me ha sonado a los que Sahrazad narraba en ‘Las mejores noches’ de ‘Las mil y una noches’.
Le dejo unos enlaces, por las últimas palabras de su texto foliado. A ver si consigo que salgan en directo:
La Folía
Folías de España
Improvisation Folías
Saludos. Gelu
[Anónimo] Mi Señora Gelu,
Lo menos del Quijote es que me haya inspirado a mí, lo más de la novela es que lleva inspirando a buenos escritores por más de cuatro siglos.
1- Ya sería de mi gusto y agrado comer o ver comer a los paseantes de la Acequia, beber o ver beber, hablar o dejar hablar a todos mis compañeros virtuales; pero como le comenté a Doña Merche, visto yo el ropaje de un personaje que por definición, precisa secretismo en lo externo y mi presencia sería un acto de sabotaje a mi mejor esencia, que es, el no existir más allá de la palabra.
2- Como explico en el prólogo y después al Señor Aguilera, no llevo máscara negra en mi escalera de residencia y para mi vecina Mora, no existe el Zorro, ni tampoco De la Vega, ella es ignorante de mi esencia enmascarada, y por lo tanto solo ve la máscara de mi cara y mi sonrisa.
Gracias por la música.
Según Sebastián de Covarrubias en su diccionario [Tesoro de la lengua castellana], describe la 'folía' como una danza rápida y confusa, en la que los bailarines debían llevar sobre sus hombros a hombres vestidos de mujer.
Folía, o armonía y melodía, es el buen amor y la buena letra.
Saludos y Suyo, Z+-----
Buenas tardes, Señor De la Vega:
A Cervantes le hubiera gustado conocer todos los comentarios que inspiraban sus obras. Como el del relato del censor licenciado Márquez Torres -el 27 de febrero de 1615- sobre la conversación con los caballeros del séquito del embajador francés, lectores de sus obras...o el del encuentro con el estudiante, en el viaje de Esquivias a Toledo, que relata en el Prólogo del Persiles...y seguro que los suyos, de usted, también, y todos los que fuesen sinceros.
Y entre tantos escritores importantes que se han enamorado de su obra también inspiró a Giovanni Papini. En ‘Gog-El libro negro’, dedica uno de sus relatos a “La juventud de Don Quijote”.
En mi libro del 'Círculo de lectores' ocupa cuatro páginas (de la 397 a la 400, ambas inclusive).
Copio el principio y el final, pues usted tendrá un ejemplar de este libro.
“Granada, 7 de abril
En la preciosa colección de manuscritos desconocidos que comprara en Londres hace ya algunos meses, y que perteneciera a Lord Everett, he hallado un esbozo titulado ’Mocedades de don Quijote’ manuscrito autógrafo de don Miguel de Cervantes, y desconocido hasta ahora para todos los estudiosos de la lengua castellana. Lo hice descifrar, transcribir y traducir por un joven profesor de esta ciudad, y finalmente pude leer esta inédita prehistoria del famoso Caballero de la Triste Figura.
...
... Quien no conoce la juventud de Alonso Quijano no puede comprender al don Quijote de la Mancha ya maduro, ni tampoco sus generosas y desinteresadas extravagancias.”
Saludos. Gelu
P.D.: Como el profesor Ojeda de ‘La acequia’, tiene su enlace leerá el comentario.
[Anónimo] Mi Señora Gelu,
Siento no tener los libros que usted tiene, de hecho no tengo ninguno físico en mi cueva, porque solo me leo y me releo a mí mismo y todo lo que pesa sobra, el mejor ejemplo de lo que digo, lo tiene en el Quijote, que habiéndolo leído apenas, ya he deseado continuar con capítulos inéditos, en lugar de releerlo o venerarlo.
Pero le mentiría si le niego que no tengo algún recurso para leer lo que desee, por ejemplo, uno de los mejores recursos es una librería que se sitúa cerca de mi cueva, allí encontré el relato que menciona, "Gog-El libro negro".
No me costó [arrancar las hojas y escanearlas aquí en formato pdf, ¡pan comido!.]
Pero el texto del Señor Papini una vez leído, no me convence, porque obviando los recursos que todos copiamos del texto cervantino, ofrece una interpretación simplista del juvenil Alonso, quijotizándolo, donde a lo que parece éste se refugia en la lectura y la poética por ser un rebelde, que sucumbe como inadaptado social, ante una sociedad hipócrita y siniestra.
Por supuesto es la lectura del Señor Papini, y siempre respetable, pero no es el Alonso que yo veo, no lo imagino Quijote perdedor de joven y que de cincuentón vuelva a ser un perdedor quijotesco en la locura, un blanco blanquísimo siempre sobre negro completo, que no me resulta creíble.
Más veo al joven Alonso, como un obediente joven hidalgo de pueblo, que dentro de su estatus tuvo una vida anodina y previsible, sin ninguna aventura y que bastaría rellenar mirando a señoritos aldeanos del momento; y en el amor, sin el valor siquiera para intentar un escarceo pasional saltando el respeto por las clases, para llegar hasta su Aldonza Lorenzo del Toboso, tampoco los posibles para un buen casamiento concertado, con una nueva rica u otra hidalga moza.
Eso lo resume Cervantes por el sobrenombre que ofrecen a su Alonso Quijano, que es como una biografía en los pueblos, y que obvia Papini, ‘El bueno’, por no nominarle debido a su clase como: "de tan bueno y recto, se pasa de tonto".
También confirmaría lo que digo, sus últimos días y muerte, actuando de Señor Quijano, que ciñe a lo que es correcto escrupulosamente, renunciando a su sueño y condicionando a su sobrina para que siempre elija lo mejor para salvaguardar su escasa hacienda, incluyendo al marido.
Gracias y Suyo, Z+-----
Buenas tardes, Señor De la Vega:
En Barcelona ha hecho una mañana de sol deliciosa.
Al leer su respuesta a mi comentario, sus palabras en azul, me han recordado al 'Paginador de almas'.
Vale, que ya sé que era en sentido metafórico, que el libro es virtual, pero el susto, no me lo quita nadie.
He vuelto al libro ‘Gog’ de Giovanni Papini, que le comenté, lo he abierto por otra página que también tenía marcada, y ahí me he quedado. (Dejaré la idea inicial- del joven Alonso, el Bueno- para otro momento, una vez comprobado que siguen las páginas en su sitio).
Paso a copiar unos fragmentos del relato, que sólo ocupa un poco más de dos páginas.
Pág.48 – LAS MÁSCARAS
“Nagasaki, 3 febrero
Ayer compré tres máscaras japonesas antiguas, auténticas, maravillosas. En seguida las colgué en la pared de mi cuarto y no me sacio de mirarlas..”.
...Y al mirarlas pensaba: ¿Para qué el hombre cubre las partes de su cuerpo, incluso las manos (guantes), y deja desnuda la más importante, la cara? Si ocultamos todos los miembros por pudor o vergüenza, ¿por qué no esconder la cara, que es indudablemente la parte menos bella y perfecta?
...Cada uno podría escoger para sí la fisonomía que más le gustase, aquella que estuviese más de acuerdo con su estado de ánimo.
...Me parece que las ventajas de la adopción universal de la máscara serían muchas: ”
(Y las cita)
... .... ...
...y sigue:
“...El uso prolongado de una misma máscara –como demuestra Max Beerbohm en su ‘Happy Hypocrite’- acaba por modelar el rostro de carne y transforma incluso el carácter de quien la lleva.”
Y termina:
...“Un hombre que llevase durante diez años sobre la cara la máscara de Rafael y viviese entre sus obras maestras, por ejemplo en Roma, se convertiría con facilidad en un gran pintor. ¿Por qué no fundar un Instituto para la fabricación de talentos?.”
Sé que lo había leído anteriormente. Ya me dirá qué le parece.
Saludos. Gelu
P.D.: Y en la página siguiente (51) vienen unos pensamientos, en chino que, al verlos con esos preciosos caracteres, he tenido un deseo de transcribirlos, al igual que hizo Giovanni Papini, para que usted también los tuviera a mano. ¡Qué bonito a la vista!. Además, sólo es una hoja, y el título PROFUNDIDAD CHINA.
Otro día será.
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