El hijo de la ignominia

" ...Desde algún sitio, una vocecilla la devolvió a la realidad:
-¡¡Mamá!!¡¡mamá!! y un cuerpecito tibio, se acurrucó amoroso en su pecho y ella sonrío; todavía quedaba algo por lo que luchar y poco a poco comenzó a crecer y crecer, hasta recuperar su tamaño."... el rostro de ella había mudado a oscuro y una mueca de loca atravesó sus ojos y su boca. Lo que había crecido recuperando su tamaño, no era ella, sino el enorme monstruo negro que había poseído el cuerpo de su hijo y ahora sus curvas de madre quedaban en las manos de su propio engendro, intentando justificar a su criatura que representaba a medio infierno en la 'terra'.
El engendro le sorbió un pecho y la secó por completo anulando su vida; con las últimas gotas de calostro marcó un tatuaje acorazonado con MAMA TE AMO en un derecho bíceps hinchado de ternura machista.

De la mano izquierda arrastraba el gigante, dos hembras despellejadas, aunque en sus heridas las féminas no sugerían maltrato sino ignorante tortura de un hombre ciego en reconocerse monstruo. Pues muy al contrario, él se creía lo más normal del mundo o tan normal como el mundo.
Él creció pensando que el falo era su arma de guerra y las mujeres solo perras que soñaban en tenerlo, 'erectarlo' y adorarlo una vez vestido de azul con fíbulas de oro.

Oropeles tejidos por esclavas
viciosas de cuentos de príncipes
y noches satinadas de caricias
salvajes machos en su tierno
trono de poder y lujuria
perras que en celo
deseaban su miembro
siendo él que debería romper con su daga
el infibulado sexo de ellas
para poseerlas eternamente vírgenes.

Estaba seguro que la historia lo justificaba, porque todo es del hombre y para el hombre.
Por eso, las furcias renegadas no podían refutar o combatir lo obvio sin estar enfermas .
Y a las locas de ego-errado se las cura, extirpándoles la estima, la esperanza o el exceso de derechos.
- ¡Una perra humillada recupera la obediencia y la lamida!- decía, mientras las miraba desangrando hieles y sudando la sangre de un período eterno.
- No podría errar el tiempo universal; ni se hubiese elevado el hombre como líder único sobre el resto de vivos, si esto no fuese bueno para todos y el destino del mundo.

¡Dios lo había querido, el hombre-macho, tan solo obedecido!

- No pueden estar equivocados todos los grupos humanos, ni todos los pueblos, ni todos los países, ni todos los estados, ni todos los imperios... pasados, presentes y futuros... en crear patriarcados con dominio del macho.

Él hacía lo justo, tan solo repetir lo ejecutado por milenios, y haciendo lo que hacía, se erigía potente como el paradigma del masculino sempiterno.

- ¡Vosotras perras me mirasteis altivas! y por ello, cuando os crezca el pellejo sobre esos huesos blancos, tendréis que arrodillaros a mi paso y adorad el nombre de mi MADRE escrito en sangre, aquí en mi brazo de hierro, oíd:

¡Seréis como ELLA o seréis NADA!

El Zorro y el Balcón - J. de la Vega Z+-----

NOTA: El entrecomillado es la parte final del texto publicado en la entrada [¡¡¿¿Hasta cuándo??!!] del blog de Silvia_D, [Paseando por Terra 2], publicado bajo licencia de CC 3.0, el resto del texto es original de Jesús de la Vega Z+---- publicado como comentario en dicha entrada y en los [Balcones del Zorro Junio 2009].

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