El Lemming poeta y la guadaña
Se acercó el Lemming al borde del barranco,
del que ayer era sin duda su camino,
porque el hombre abrió un espacio para autos y
ahora despeñarse guadañaba implacable los destinos...
Al contrario de lo contado en fábulas apócrifas, ningún lemming se suicida y menos en masa, pero sí es cierto que mueren por miles cuando se interpone una grieta, un mar O acantilado, sea natural O artificial, que provoque caída O ahogamiento, y dicho accidente se halle en mitad del camino que los lemmings siguen por instinto en sus migraciones en busca de goce O alimento.
En la familia de los lemming, las cosas habían cambiado mucho en los últimos años, hoy los roedores se dedicaban a tener sus pieles brillantes y lustrosas, a la buena vida, royendo lo que caía entre sus afilados dientes y aprovechar, cuando el tiempo escandinavo lo permitía, para realizar grandes migraciones de fin de semana, que les comportaban nuevos musgos donde reposar sus pieles, por un par de días.
También, ese peregrinar dominguero les aseguraba muerte, por lo difícil del camino y lo arriesgado del sorteo de lo inevitable; pero ningún lemming se molestaba en cambiar su destino en lo evitable y asumían con pasmosa serenidad la tragedia, que ya formaba parte de su identidad.
Esta era una semana especial, donde migraban decenas de miles de individuos, "puente del día del trabajo" lo llamaban así los humanos, aunque aprovechaban para no ir a trabajar.
Pocos eran los Lemmus poetas que aún quedaban manteniendo profesión y tradición; porque tantos carteles publicitarios (de los hombres) en el campo había, que permitieron al lemming vulgar (Lemmus lemmus) cultivarse en la lectura, casi sin pensarlo, con mensajes humanos eficazmente directos, llegando a calificar tras este aprendizaje tan completo, al poeta lemming de ignorante anacrónico e indirecto.
- ¿Para qué sirve la poesía?, repetían sus congéneres, a los asediados roedores de la rima.
- ¡Poeta vago, inútil, rimbombante!, les insultaban duramente.
- ¡Atento al zorro, que te comerá el morro si te escondes en la babia, poetazuelo!, les avisaban con desprecio.
- ¡Empieza a usar la palabra con solvencia y ganas!, les increpaban llamándoles a la productividad.
- ¡Compre hoy y pague mañana, ahorre metáforas y evite filigranas!, les recomendaban sarcásticamente, conociendo su pobreza.
Tan fuerte era el vilipendio, que solo algunos Lemming poetas, habían resistido la presión social y se habían mantenido fieles a sus principios, porque la exclusión nos aboca a la miseria y el hambre, que son enemigos de los valores. Así que los escritores más prácticos habían seguido las palabras premonitorias del hermano Groucho, "Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros."
Pero este puente de Mayo, uno de los pocos lemming poeta de nuestra fábula, decidió gozar los días de fiesta más floridos y buscar en la primavera, frescos estambres que fecundasen su inspiración.
Los escritores lemmus, eran además individuos, por serlo o por quererlo, de extrañas costumbres nada lemming y paseaban en solitudines y olvidos. Así que acompañado por pasajeras musas, había llegado en ese trance de soledad al final del cortado camino, allí donde el resto del grupo arribaría velozmente en pocos minutos, luciendo estos, bellas y tunneadas pieles.
Observó impotente, el poeta, que aquel instinto que les guiaba, sería muerte para todos y cada uno de los lemmings, si no frenaban e intentaban otro sino.
Calculó que disponía de solo 30 minutos, antes que la masa de roedores alcanzase su posición, y si no se le ocurría como enviar un mensaje de STOP a unos 30.000 lemmings, estarían todos perdidos incluso él.
Pero... ¿cómo era posible avisar a una ruidosa y gigantesca nube de polvo a 30 km por hora?, ¿cómo convencer a un conglomerado de balas instintivas, para que se dejasen frenar por la lógica y la evidencia, aconsejada por un descastado poeta?.
Lo pensó unos segundos y acercándose al borde del precipicio, se fijó en la bella puesta de sol que el nuevo acantilado artificial le ofrecía, percibiendo al tiempo, el retumbar del avance lemming bajo sus patas.
Con un trozo de corteza apropiada para marcar con sus dientes los versos del poema, había decidido ser el primero en caer cuando el empuje de su especie llegase donde se encontraba, y dejar sus últimos versos como prueba dedicatoria de su inspiración póstuma y destino inevitable, ya que si no era capaz de salvar a sus hermanos, no se consideraba digno de sobrevivirlos, a pesar del trato que le habían dispensado como poeta.
Empezó raudo en la escritura de un soneto, al paso que cada composición versicular le restaba un minuto de vida.
Mi mayor deseo, el desear morirme
si al final, hubiese llegado la traidora;
pues sé que la muerte no demora en ver la hora
mas si vencido, no pretendo resistirme.
Y no creáis que acaso la invoco para irme,
como si mi suerte, ya fuese perdedora,
pero sé, que juega con carta ganadora
y si me lleva, no sea sin despedirme.
Podía sentir la marcha incesante de miles y miles de lemmings a su espalda, mientras el polvo entrecortaba su respiración, pero él seguía concentrado en su escrito, sin girar la cabeza, resumiendo ahora libremente su vida y la escasa sabiduría acumulada, antes de continuar con el final de los tridecasílabos de los tercetos que faltaban.
He llorado feliz, reído triste,
he vivido haciendo lo que quise,
he visto tanta bella y variada cosa
y he gozado cuando gozar yo quise.
También alcancé a confirmar algo intuido:
Que la justicia es solo macho
Que la libertad es jaula
Que el hablar es fácil
Que el repetir es triste
Que la verdad es falsa
Y que la realidad no existe.
He amado, pero sin conclusión acabo,
porque el amar para mí, fue duna;
y con el viento de la vida...
donde en montaña alta de arena, un día me deleitaste...
en playa lacrimosa con pisadas, sin querer me convertiste.
Ensimismado pensando en el amor, recordó que le quedaban 6 minutos para acabar su soneto y que le sería muy difícil bajo el ruido ensordecedor de los primeros miles de lemming en el pelotón de cabeza, pero haciendo un gran esfuerzo final, anuló el ruido y vació sus sentidos de la hecatombe exterior, para seguir en sus trece y componer su fin con el catorce.
Cultivé cariño en verso, amé yo al mundo;
lo material, allí donde me voy, es broma,
inútil cargar a ese trance peso inerte
como iluso, frenar destino en un segundo
con gritos al que sin oírnos se desploma
cuando su fatal vida empuja hacia la muerte.
The End
J. de la Vega Z+-----
NOTA actualizada : 28-09-2008, incluyo un bello artículo de Héctor Abad Faciolince publicado en -El País Semanal, ¿Por qué se mata un escritor?-del que ayer era sin duda su camino,
porque el hombre abrió un espacio para autos y
ahora despeñarse guadañaba implacable los destinos...
Al contrario de lo contado en fábulas apócrifas, ningún lemming se suicida y menos en masa, pero sí es cierto que mueren por miles cuando se interpone una grieta, un mar O acantilado, sea natural O artificial, que provoque caída O ahogamiento, y dicho accidente se halle en mitad del camino que los lemmings siguen por instinto en sus migraciones en busca de goce O alimento.
En la familia de los lemming, las cosas habían cambiado mucho en los últimos años, hoy los roedores se dedicaban a tener sus pieles brillantes y lustrosas, a la buena vida, royendo lo que caía entre sus afilados dientes y aprovechar, cuando el tiempo escandinavo lo permitía, para realizar grandes migraciones de fin de semana, que les comportaban nuevos musgos donde reposar sus pieles, por un par de días.
También, ese peregrinar dominguero les aseguraba muerte, por lo difícil del camino y lo arriesgado del sorteo de lo inevitable; pero ningún lemming se molestaba en cambiar su destino en lo evitable y asumían con pasmosa serenidad la tragedia, que ya formaba parte de su identidad.
Esta era una semana especial, donde migraban decenas de miles de individuos, "puente del día del trabajo" lo llamaban así los humanos, aunque aprovechaban para no ir a trabajar.
Pocos eran los Lemmus poetas que aún quedaban manteniendo profesión y tradición; porque tantos carteles publicitarios (de los hombres) en el campo había, que permitieron al lemming vulgar (Lemmus lemmus) cultivarse en la lectura, casi sin pensarlo, con mensajes humanos eficazmente directos, llegando a calificar tras este aprendizaje tan completo, al poeta lemming de ignorante anacrónico e indirecto.
- ¿Para qué sirve la poesía?, repetían sus congéneres, a los asediados roedores de la rima.
- ¡Poeta vago, inútil, rimbombante!, les insultaban duramente.
- ¡Atento al zorro, que te comerá el morro si te escondes en la babia, poetazuelo!, les avisaban con desprecio.
- ¡Empieza a usar la palabra con solvencia y ganas!, les increpaban llamándoles a la productividad.
- ¡Compre hoy y pague mañana, ahorre metáforas y evite filigranas!, les recomendaban sarcásticamente, conociendo su pobreza.
Tan fuerte era el vilipendio, que solo algunos Lemming poetas, habían resistido la presión social y se habían mantenido fieles a sus principios, porque la exclusión nos aboca a la miseria y el hambre, que son enemigos de los valores. Así que los escritores más prácticos habían seguido las palabras premonitorias del hermano Groucho, "Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros."
Pero este puente de Mayo, uno de los pocos lemming poeta de nuestra fábula, decidió gozar los días de fiesta más floridos y buscar en la primavera, frescos estambres que fecundasen su inspiración.
Los escritores lemmus, eran además individuos, por serlo o por quererlo, de extrañas costumbres nada lemming y paseaban en solitudines y olvidos. Así que acompañado por pasajeras musas, había llegado en ese trance de soledad al final del cortado camino, allí donde el resto del grupo arribaría velozmente en pocos minutos, luciendo estos, bellas y tunneadas pieles.
Observó impotente, el poeta, que aquel instinto que les guiaba, sería muerte para todos y cada uno de los lemmings, si no frenaban e intentaban otro sino.
Calculó que disponía de solo 30 minutos, antes que la masa de roedores alcanzase su posición, y si no se le ocurría como enviar un mensaje de STOP a unos 30.000 lemmings, estarían todos perdidos incluso él.
Pero... ¿cómo era posible avisar a una ruidosa y gigantesca nube de polvo a 30 km por hora?, ¿cómo convencer a un conglomerado de balas instintivas, para que se dejasen frenar por la lógica y la evidencia, aconsejada por un descastado poeta?.
Lo pensó unos segundos y acercándose al borde del precipicio, se fijó en la bella puesta de sol que el nuevo acantilado artificial le ofrecía, percibiendo al tiempo, el retumbar del avance lemming bajo sus patas.
Con un trozo de corteza apropiada para marcar con sus dientes los versos del poema, había decidido ser el primero en caer cuando el empuje de su especie llegase donde se encontraba, y dejar sus últimos versos como prueba dedicatoria de su inspiración póstuma y destino inevitable, ya que si no era capaz de salvar a sus hermanos, no se consideraba digno de sobrevivirlos, a pesar del trato que le habían dispensado como poeta.
Empezó raudo en la escritura de un soneto, al paso que cada composición versicular le restaba un minuto de vida.
Mi mayor deseo, el desear morirme
si al final, hubiese llegado la traidora;
pues sé que la muerte no demora en ver la hora
mas si vencido, no pretendo resistirme.
Y no creáis que acaso la invoco para irme,
como si mi suerte, ya fuese perdedora,
pero sé, que juega con carta ganadora
y si me lleva, no sea sin despedirme.
Podía sentir la marcha incesante de miles y miles de lemmings a su espalda, mientras el polvo entrecortaba su respiración, pero él seguía concentrado en su escrito, sin girar la cabeza, resumiendo ahora libremente su vida y la escasa sabiduría acumulada, antes de continuar con el final de los tridecasílabos de los tercetos que faltaban.
He llorado feliz, reído triste,
he vivido haciendo lo que quise,
he visto tanta bella y variada cosa
y he gozado cuando gozar yo quise.
También alcancé a confirmar algo intuido:
Que la justicia es solo macho
Que la libertad es jaula
Que el hablar es fácil
Que el repetir es triste
Que la verdad es falsa
Y que la realidad no existe.
He amado, pero sin conclusión acabo,
porque el amar para mí, fue duna;
y con el viento de la vida...
donde en montaña alta de arena, un día me deleitaste...
en playa lacrimosa con pisadas, sin querer me convertiste.
Ensimismado pensando en el amor, recordó que le quedaban 6 minutos para acabar su soneto y que le sería muy difícil bajo el ruido ensordecedor de los primeros miles de lemming en el pelotón de cabeza, pero haciendo un gran esfuerzo final, anuló el ruido y vació sus sentidos de la hecatombe exterior, para seguir en sus trece y componer su fin con el catorce.
Cultivé cariño en verso, amé yo al mundo;
lo material, allí donde me voy, es broma,
inútil cargar a ese trance peso inerte
como iluso, frenar destino en un segundo
con gritos al que sin oírnos se desploma
cuando su fatal vida empuja hacia la muerte.
The End
J. de la Vega Z+-----
VideoClip con la melodía: "Gula Gula" 1989, de la excelente interprete noruega de origen y cultura Saami.
Mari Boine Persen, es bien conocida por la integración de otros ritmos (jazz, rock...) al Yoik (estilo nativo de la canción saami). Nacida en 1956 Boine, creció viviendo la discriminación a su pueblo, y eso la impulsó a la recuperación de la cultura y música denostadas por la sociedad noruega en su juventud; convirtiéndose en abanderada de la causa Saami, sin renunciar a la más bella fusión artística. Para conocer más ir a su página oficial.
Mari Boine Persen, es bien conocida por la integración de otros ritmos (jazz, rock...) al Yoik (estilo nativo de la canción saami). Nacida en 1956 Boine, creció viviendo la discriminación a su pueblo, y eso la impulsó a la recuperación de la cultura y música denostadas por la sociedad noruega en su juventud; convirtiéndose en abanderada de la causa Saami, sin renunciar a la más bella fusión artística. Para conocer más ir a su página oficial.
48 esgrimieron la palabra +-----:
Buenas noches en Venezuela...mejor dicho buenas madrugadas
Lo dicho un día, lo ratifico...
Usted cuando calienta su horno de panadero, y hornea, nos deja a todos los demás sin clientes y sin gusto por nuestros propios panes jajajaja.
Genial, bailar entre la vida de tan simpático animalito y los humanos es sencillamente ¡genial!
Y sus letras hornean, con mucha triste realidad.
No es fácil no ceder, es más fácil tener un menú a mano, para todos los gustos.
Pero tampoco es responsabilidad de su lemming poeta el “morir” por no poder cambiar el rumbo de los demás.
El poema que su lemming poeta escribió, es hermoso, desgarrador, pero guiado por la fatalidad. Y él podrá llamarme ilusa, pero creo en los jardines de la Verde Esperanza del Mundo Soñado.
Para usted Don De La Vega, le envío mis ZZ cargadas de cariño y admiración.
(No se preocupe, que ellas conocen el camino de regreso a mi Gi, después de cumplir con el encargo)
Un beso
P.D: Su video y la música bellísimos...Aquí en esta cueva no sólo se aprende a escribir, también a descubrir
Un soneto precioso para quien marcha hacia la muerte con un destino cansado-marcado.
Yo apuntarìa a que no dirija los pasos a lo inevitable cuando aùn quedan por dejar cosas a este mundo, rebelarse contra la misma naturaleza si fuese capaz y no derrapar en el destierro, tal vez, sea èl la simiente de una nueva y florecida generaciòn.
No sè, tal vez sea que Ennio Morricone se me està adentrando mientras lo leo, y me alzo, bien alto, Señor Zorro, tan alto como el mismo roedor podrìa saltar hacia atràs, o echarse en bollito para que le pasen los suicidas por arriba o por en medio dejàndolo en la espesa nube de polvo.Solo. Entero.
Un gran abrazo y mi agradecimiento por volar con sus alas.
Saludos con zeta:))
Sus palabras me perturbaron.El niño "América" somos todos. Son los niños muertos y la indiferencia, los muros inútiles y las leyes vacías, los hongos rojos y las pestes creadas en laboratorios azules.
Así somos.Usted lo pintó con maestría.Solo le dejo saludos de oro desde el Otris, donde guerrean los Titanes por un mundo ordenado(El orden lo elegimos nosotros).
el titán, a mí también señor, me perturbó escribir lo que escribí aprovechando su inspirador post Microcosmos VI, no soy de acero como mi espada o mi pluma, porque además no trataba de mis salvajes invenciones o muertes oníricas, sino sobre parte de la historia forjada como inhumanos humanos que deberemos cargar para siempre, si queremos mirar hacia adelante con honradez y cordura.
Los lemming acabaron con sus poetas y se despeñan sin advertir el peligro... ¿seremos iguales a ellos, o todavía nos quedan poetas?.
Gracias por sus saludos dorados y ese cielo de Titanes, a veces me canso del enano mundo, donde yo soy el más enano, Z+-----
sr de la vega...
los lemmings...curiosos animalillos acá se les conoce como cururos y los hortelanos los detestan....me recordó un monito animado de hace mucho (época del gallo claudio-el perro-el gavilán pollero-porky pig)
además suena me suena a fábula
me encantan las fábulas!!!
mi imaginación se desborda jijiji
Señor de la Vega ante el título de su relato, y antes de adentrarme por su prosa intencionada cargado de dobles lecturas, le confieso que me he ido a la Wikipedia a averiguar quien o quienes eran los llamados “lemming”.
Puesta en antecedentes me dispongo a seguir el juego.
Comprendo al lemming poeta, y entiendo su apremio en buscar el acantilado que le libre de tanta vulgaridad, uno se va al otro barrio como vive en este. Su poesía es su epitafio que pasará inadvertido para las hordas que siguiendo los eslóganes se suicidan en masa pero lentamente. Y ya lo dijo,no sé quién, que estos son malos tiempos para la lírica.
Si pusiéramos en un hangar a todos lo “lemming” suicidas que hallan la muerte en un año en su camino a por nuevos musgos y pieles doradas, sería tan terrorífico, por muy asumido que se tenga, que ni los versos más inspirados de los “lemming” poetas servirían de consuelo.
Mi querido señor de la Vega, si le da por fundar ese club de chalados por las influencias maléficas de la ficción, cuente conmigo.
Algún día contaré cómo los libros me trastocaron, ya que la tele no la vi de continuo casi hasta bien entrados los setenta. Por eso ha sido impagable su enlace con Rin tin tin, para entenderlo.
Señor de la Vega, el toque étnico musical me ha fascinado, casi tanto como usted y ese poeta escribiendo a dentelladas sus postreros verso.
Le beso en las pestañas.
Hola amigo De la Vega, cómo está usted?
Yo terminando mis días de visita en Buenos Aires y pronta a partir de regreso a Mendoza.
Lo leeré mañana, con más tiempo.
Sólo quería saludarlo y de paso contarle que he cambiado un poco la cara a mi blog.
Espero le guste.
Suya mi mano...
BACI, STEKI.
Don De La Vega..
...La décima la escribo yo..
Lemming escribe,
epitafio sin muerte
¡lemmus traidor !
Ni esperaba
muerte,ni vida vivió
bicho roedor.
Sobre arena,
amor y desventura
el bicho urdió.
Llora al revés
ríe al derecho y
"My Way" él canta.
....en las Vegas jajajaj¡¡¡¡¡
Besos y mis ZZ..Que ya regresaron
jo..que triste...se que es tonto el comentario, pero es que me he emocionado...¡yo quiero a ese lemmnig de mascota!, para que compongamos versos las noches de luna llena y le cuente mis secretos. ¿No puedo poner las manos y salvarlo del barranco?
UMA, ¡salte señora salte y no forme parte de los que no quieren ver...! Es lo sano, si todavía está libre de la inoculación de complacencia
extrema del sistema.
Sin embargo, no crea que yo personalmente me siento representado con el protagonista Lemming poeta, cierto que todo surge de unas rimas que pensaba hace unas semanas, que decían:
No hay ná, que yo más desee
cuando me llegue la hora
que morirme sin sentirla
que encontrarla siempre a solas
que alegrarme sin reírme
que marcharme en buena hora...
En realidad, nunca he tenido miedo a la muerte, ni me preocupa (si no fuese por mi familia y amigos), pero no la deseo en absoluto, amo la vida con delirio.
Pero si llegase a deteriorarme, ya me entiende, o ser dependiente, quizás los versos fuesen apropiados y preferiría abrazar la muerte si esa fuese la solución, para seguir libre como Zorro que soy.
Suicidio, no lo creo, aunque más de una vez me veo, como entre 30.000 lemmings corriendo hacía un posible barranco aniquilador, me basta con arrancar el auto cada mañana.
Por lo tanto, si hubiese sido el protagonista y Zorro, me hubiese cubierto con una piel blanco Polar y hecho retroceder con gran susto para los desprevenidos e indolentes lemmings de la fábula al ver a tan temido predador.
Si en su lugar, amanecido sin máscara como J. de la Vega, nunca hubiese llegado el primero, habría dormido esa mañana, sin hacer más ná, y amanecido con la tragedia bien fraguada... a lo más, hubiese cubierto lo evitable con unos versos:
Aunque murieron sin quererlo y ninguno fue llamado.
Los riesgos de hacer un trecho, no surgen de un mal cortado.
Se forjan en el derecho.
Se escriben en el pasado.
RIP amigos y au revoir!
Como ve, el fabular nos permite recrear, en mi caso, cosas que no soy, igual que Morricone nos adentra en "Paradisos", que él construye con su música y que podemos sentir tan nítidos como películas, mientras nos imaginamos protagonista y lanzamos las cascaras de pipas sobre los que están en las butacas de platea.
Aunque un caballero como yo, en la realidad, nunca lo hiciese ;))
Abrazos y besos señora, Z+-----
Gizela, ...la fatalidad e impotencia, el momento épico del holocausto y algunos principios sugeridos, llevaron al lemming poeta hacia la muerte. En la vida sucede la extraña paradoja, que igual que somos arrastrados por las responsabilidades que parecen exigirnos propios y extraños, cediendo desde nuestra adolescencia en el camino de nuestros sueños, también hay veces, que nos vemos envueltos en situaciones tan envolventes y sobrecogedoras, que nuestro instinto de supervivencia es anulado por el deseo de formar parte... y puede ofrecer instantes de heroicidad o de abandono de la razón, que en este caso (lemming), se une a la lírica poética más efímera, antes de la muerte.
Yo aprendo en cada entrada de ustedes y disfruto recuperando artistas con causa. Los Yoik saami, son muy diferentes a nuestra manera de entender la música y la canción casi sin letra en forma gutural, representa a una persona o un lugar, sin hablar de ello, pero intentando transmitir su esencia.
Respecto a su segundo comentario, vi que me tomó el punto, jajajaj, bien, pues la cosa es más complicada de lo que parece, supongo que conscientemente ha elegido "My Way" que bien podría haber sido la canción de fondo para esta entrada... pero aunque en algunos versos parece coincidir con la traducción libre inglesa de Paul Anka, existe en el lemming una carga de humildad, decepción y escepticismo que "My Way" ni roza, y para completar la escena lemming a un 90%, quizás necesitaríamos la letra y música de la original versión francesa
"Comme d'habitude" de Claude François, que nos habla de repeticiones, de farsas y desamores, de caminos que nos llevan a un final de falsedad y dolor trágico, pero nunca a pesar de ello, con capacidad o esfuerzo por cambiarlo; ¿tal vez la muerte, se abre como única salida, a esa repetitiva manera de vivir?.
Por otro lado los interpretes de las versiones, Frank Sinatra en la inglesa y Claude François en la francesa, no son que digamos, ejemplos de poetas lemming, sino muy al contrario vividores, mujeriegos, machistas, megalómanos y hasta crueles con sus familias. Más los veo yo, matando que muriendo por algo o alguien... sin embargo la historia del francés, está tan unida a la fatalidad y la desgracia, como al triunfo y al éxito, (no digo que la de Frank Sinatra esté menos), pero la de CloClo, que así era llamado, es pura fábula y paradigma de los extremos, le siguió igualmente la desgracia y la suerte, nació rico para ser pobre y luego rico, se escapó de la muerte varias veces en formas increibles, para morir cambiando una bombilla; en el amor igual, y en el éxito igual, siendo timbalero sin voz llegó a ser un cantante afamado, y a pesar de haber sido miserable e intratable, es uno de los artistas en Francia más amado...
Decía el lemming: "Que la verdad es falsa, y que la realidad no existe."
Pues dicho esto, me veo cantando en el Karaoke la canción más versionada "My Way".. para usted (no lo hago mal ;)), Besos, Z+-----
lichazul...elisa, cururos y lemmings se parecen, pero son diferentes y muy parecidos, en realidad todos somos muy iguales, ratoncillos y humanos...
El comportamiento de los lemmings buscando en grandes grupos nuevos espacios de pasto en la tundra, es lo que los ha hecho famosos, sobretodo porque como en la fábula, es habitual que encuentren un río, mar o acantilado, donde no debería haberlo (en el círculo polar eso pasa), y a pesar de todo, el grupo de lemming continúa su marcha encontrando una muerte segura. Hoy se cree que la falta de un musgo del que se alimentan y llega a escasear por sobrepoblación, les genera una carencia hormonal que finalmente provoca la migración en masa. (¿Qué musgo nos faltará a nosotros o qué hierba?)
Pero no todos los lemmings migran, y más de un tipo de lemming existe, al menos lemmus lemmus y lemmus poetico.
Usted Elisa no es fábula es fabulosa y es lógico que se desborde, pero no emigre...Z+-----
Tesa, mi señora, Primera lectura, el pobre poeta, se vio envuelto en la tragedia accidental, y frente a su impotencia decidió ser el único suicida.
La segunda lectura encaja con la suya, una muerte poética por falta de receptores, frente a una muerte intelectual del resto de sus congéneres, debido a la vulgar eficacia comunicativa del sistema humano.
Una tercera, la muerte por la sumisión de lo diario a lo futuro, de lo inmediato a la previsión generacional, solo importa llegar hoy y rápido, aunque arriesguemos el no llegar nunca o cuando lleguemos no haber dejado nada los demás, por desgracia aplicable a todos los ámbitos de lo humano.
Una cuarta, es la poesía como vehículo perfecto para llegar a nosotros mismos, prescindiendo de los manuales de hágalo usted mismo, quizás no sirve para salvar a nadie en un momento de crisis, como le sucedió al lemming, pero ofrece la posibilidad de resolver los dilemas personales que esa dificultad pudiese generar a golpe de verso y gratis, como el amor.
Sobre la asociación que le comenté, seguro que conseguimos más miembros, la producción americana de ficción ha dejado y sigue dejando muchos en el camino, buscando a dentelladas donde marcar su vida.
Besos aleteantes, entonces, Z+-----
He estado ausente de sus siempre interesantes entradas, con sus dobles intenciones que así las veo yo y mucho que lo siento.
Me admira la resistencia del pobre roedor a suicidarse... ¡Pues que no se suicide y no imite a los demás que no tienen su valía! Afortunadamente, le da tiempo a concluir su soneto ( y bien hermoso que es, por ciero).
La pena es, que según nos cuenta usted y mucho que se lo agradezco porque yo de esos animalitos no sabía ni pun, es que de su trágico final no los salva nadie.
Cualquier día empezaré a recopilar sus versos tan especiales y tendré recogido todo lo que usted nos va trayendo. Le puedo asegurar que me sentiré orgullosa al hacerlo.
Un fuerte abrazo, Zorro, amigo.
Beatriz, aunque no niego que nunca ha estado mal visto roedor y bibliotecaria, no creo que sea lo que usted necesita, lo tendría que estar salvando demasiado a menudo, por un puñado de versos, y se reproducen con varias camadas en el año a más de cinco miembros nuevos en cada parto múltiple, y a eso no creo que renunciase, puesto que es totalmente compatible con la poesía... suicida y lemming sí, pero no casto-R.
Aunque el animalito se lo agradecería, como yo Z+-----
Don De La Vega Buenas noche en Venezuela
En esta 2x1 respuesta a mis comentarios, tendré que ir por partes.
Completamente de acuerdo con usted, hay veces que nos dejamos arrastra por responsabilidades impuestas por terceros, cediendo a nuestros sueños y no siempre en la adolescencia, también en la “madures” Hora bien:lo de que nos “vemos envueltos en situaciones tan envolventes y sobrecogedoras, que nuestro instinto de supervivencia es anulado por el deseo de formar parte”.....eso no lo entendí muy bien.
Creo sí, que hay muchas situaciones que en vida terminan colocando al humano en la filosofía de Groucho, "Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros."
Con respecto a que usted aprende de nosotros, no me creo incluida en ese grupo..No tengo nada que enseñarle a usted…¡de eso sí estoy completamente segura¡ jajajaja
En respuesta a mi segundo comentario, ¿qué la cosa es más complicada de lo que parece?
Don De La Vega, con sus posts, nada es muy simple.
Pero yo no me puse tan profunda como usted cree. No creo que My Way pudiese servir de tema al post. Para nada.El Senrius lo escribí a manera de broma pensando en el trozo del poema del lemming:
He llorado feliz,
reído triste,
he vivido haciendo
lo que quise,
he visto tanta bella
y variada cosa.
y he gozado cuando
gozar yo quise…
Me recordó la canción My Way
Llora al revés
ríe al derecho y
"My Way" él canta
Qué no quise ser tan banal Don De La Vega, pero ya que usted “casi” se rió de mi respuesta” me puse a su tono jajajaja
Pero siento que esta respuesta también será complicada para mí. Porque no se dé quien hablar, del lemmus , al que usted se refirió en los pasillos de Solos somos soloS, como bicho roedor, Speedy González, al que de encontrar deberíamos acabarlo de un mordisco ¿o a un lemmus poético de verdad?...confieso que he vivido... perdón.. que me he confundido
Y tiene razón, por el título, Comme D'Habitude, seria la canción que le pegara más como fondo musical. Pero yo nunca la hubiese usado en un post, ya que a diferencia de My Way, que suena un poco triunfalista y pedante, aun acercándose el final Pero que todos alguna vez con algún whisky o copa de vino de más, hemos cantado...contagia y además en el fondo todos quisiéramos sinceramente poder decir eso al final..pero es muy difícil
Comme D´Habitude, es una canción demasiado triste, es de las que rasguñan el alma. Habla de soledades en compañía, en una habitación, que debería ser el altar de los que se aman, para comunicarse con Dios, con la luna y las estrellas, no para disimular lágrimas y frustraciones.
Es la canción de muchas mujeres que mal viven, por conservar un estatus económico, o por no ofender a la iglesia, que les prohíbe volver a recomenzar.También de muchos hombres, que al serles muy fácil, tener “la otra”, mantienen “la propia” a su lado, para evitar el fastidio del 50% y de la pensión alimenticia, si es el caso..Y de paso la bendición del cura.
También es la canción de los que no tuvieron la suficiente creatividad, para mantener el amor y la poesía a salvo de la bendita costumbre, que mata lento pero seguro. Y sí, es una manera de morir en vida, para mí (como muchas situaciones más, en las que la palabra vida tiene el sinónimo: frustración)
Es una canción muy simple y muy trillada en tema, por ser tantas veces repetido en la vida real, pero sin música de fondo.
Por cierto la que hizo sonar en el mundo musical latino, con sus palabras originales, fue una cantante llamada La Lupe, reina de la salsa en su momento, integrante de la orquesta de Tito Puente..Como de Costumbre fue uno de sus éxitos. Era fácil para ella la interpretación, ya que por su apasionamiento, era perfecta para cantar canciones de …¡toma este puñal, y rásgame las venas!
Es más, creo que la interpreta mucho mejor, a mi gusto, que CloClo
Por lo menos a mí me gusta muchísimo y más me gusta la cara que ponen mis amigos”cultos” los que se mueven sólo entre Wagner, Mozart y Beethoven, cuando me ven oyendo, a La Lupe, alguna buena bachata o salsa arrabalera jajajaja
En cuanto a sus cualidades de cantante, no lo pongo en duda, yo no me sorprendería de nada de usted Don De La Vega..Y de eso puede usted estar seguro
¡Dios mío¡ esto de nuevo se puso muy largo.. uno estos días , especialmente en Solos somos soloS voy a tener que colocar un letrero que diga "aquí yacen mis confesiones de vida”
Le envío mucho cariño, admiración y mis ZZ
Interesante fabula la de los lemmings, Sr. Enmascarado... y que inspirado el lemming poeta que prefirió morir cual capitán en su barco, pero nos dejó su legado poético (yo en su lugar quizás se me hubieran escapado las musas)
Saludos!! ;)
Sr. de la Vega, le cuento que los malvones de mi balcón estaban mustios debido a su prolongada ausencia, por suerte han renacido hoy, lo cual le vengo a agradecer, de paso, me consuela el saber que el lemming poeta murió como un valiente, luego de acabar el soneto que es un resumen del acontecer de tantos congéneres abatidos por la muchedumbre que viene pisando fuerte los talones.
Saludos,
Catalina
Una delicia de comentario,Señor Zorro, no dudo que usted diste de los lemmings, ya que es justo lo que escuchaba de Ennio y los roedores no poseen tal intuiciòn;-)
Un besazo y buen fin de semana.
Disfrute, que es bello.
Te admiro mucho.
El registro que tienes escribiendo me resulta dificilísimo. Creo que no me saldría nunca aunque lo intentara.
Felicidades
P.D. Los Lemmings "Mi juego favorito de ordenador"
A veces los dilemas más intimos se resuelven liberándose de cierto círculo vicioso-El valor propio ,escapa de la teoria de lo posible...
Un gustazo,leerle, como siempre, Señor.
Un abrazo que regresa
Bella fábula y bellos versos.
Malos tiempos para la lírica, sonaba por aquí una canción allá por los 80. Pues los tiempos siguen siendo malos, o peores, para cualquiera que no se confunda con la masa, sea poeta o no lo sea. Imagino que los lemmings igual que los humanos tratamos de ser especiales, pero no lo suficiente como para ser "raros" si no queremos vernos excluidos de lo "normal". La honradez, la sinceridad, la honestidad, la educación, la cultura, deben significar como un 10 % de lo que valemos, el resto lo compone el valor de nuestra casa, la potencia de nuestro coche, lo altos y guapos que somos, los ceros de nuestra cuenta corriente... Todo eso compone aquello que llamamos éxito. Y nuestros principios aparecen sobre todo cuando se trata de juzgar a los demás y desaparecen como por arte de magia cuando los aplicamos a nosostros mismos existiendo en esa caso una justificación imposible de rebatir a nuestros ojos: "ya, pero todo el mundo lo hace".
No conozco muchas causas que merezcan el sacrificio de la propia vida, tal vez tan solo el de salvar otras vidas, por eso no entiendo la decisión del lemming poeta, no creo en el destino, o mejor no quiero creer, no siento la necesidad de echar la culpa a nadie si me equivoco .Además, cuando se acaba un camino hay tantos otros por explorar, cualquiera será bueno si no nos hace perder nuestro norte, aunque intuyamos tantas cosas...
UMMMM. No me gustan los finales tristes, me contagian.
Le envio un fuerte beso
maría
Sepa uste don señor de la vega, que aunque no lemming..me han regalado un hamster ruso por mi cumpleaños y le he dejado soledad, papel y boli para ver si me sale poeta...y pesando en cuentos e historias, quizas un dia lo bese para saber si el milagro q se produce con princesas y ranas, se de en el caso de hamster y bibliotecaria...en todo caso, si el asunto acava en feliz boda, sera gracias a su historia.
Primero que nada quería comentar que todas las comentaristas aquí son féminas.
Segundo, quiero ver en detalle este párrafo del posteo (quisiera disponer de una palabra más elegante, así como tampoco me gusta la palabra chatear:
"También alcancé a confirmar algo intuido:
Que la justicia es solo macho
Que la libertad es jaula
Que el hablar es fácil
Que el repetir es triste"
Si la justicia es solo macho, poco queda para sus comentaristas...
Sobre la libertad, necesariamente ciertos marcos son básicos para elegir cómo obrar.
Hablar y repetir: sino míreme.
Con seriedad, me gusta mucho el verso que muestra la idea de confirmar algo intuido.
Siempre es bueno venir a leerle a su balcon.
Curioso y sorprendente que en un solo post sus palabras digan mas de lo que alli mismo deja entrever.
Disculpas por la brevedad de mi comentario pero es que esta primavera ya azota con toda su fuerza y estoy por hacer las del lemming poeta, a manera de postumo permitirme por medio de la razon en primera instancia, observar algo mas alla en el precipicio, una puesta de sol o quizas atrapar un aliento, quien sabe?
un beso
Perlita, siendo usted una gran cronista de su tierra, donde nos selecciona personajes poéticos y literarios de tanta fuerza y valor, considero un halago inmenso su
ofrecimiento. Aunque mi consejo sería dejar que el tiempo pase y dentro de unos siglos, releer mis letras para encontrar en ellas el óxido del arte, si lo hubiese, que yo no lo creo.
En cuanto al protagonista lemming, como explico en la confabulación, el pobre se ve envuelto en circunstancias que le superan y acepta la muerte porque en esos instantes, le parece más épico y lírico que la vida, no por verdadero carácter suicida y por otras razones que escribe en el soneto durante los últimos estertores premorten.
Suyo y agradecido siempre, Z+-----
Gizela, usted es única e imbatible en el dialogo inspirado. Estoy por abrirla una sección en Sé verlas al revéS, ya que verdaderamente se lo merece.
Sobre lo que comenta "que no entendió muy bien", pues espero que nunca tenga que llegar a entenderlo, por estar inmersa en una situación similar, dícese de, 30.000 congéneres con muerte inevitable e inminente y usted unida a todos ellos (como mínimo, por lazos de convivencia), ante tal tragedia, se suele abandonar el individualismo (no todos lo hacen), y en lugar de esconderse detrás de una roca, muchos humanos se dejarían arrastrar, hasta donde el río de tragedia les llevase. RIP.
Nunca me reiría de sus respuestas, que sí, lo hago con usted y muy a gusto. Y por supuesto, aunque nunca fue premeditado por mi parte, esos versos definitivamente sonaron a My Way, con diferencias que usted muy acertadamente me recuerda. En cuanto, al tono de la respuesta, tiene la libertad de moverse desde lo íntimo hasta lo cínico como le remendé en Solos somos soloS, pero usted decide y yo la respondo.
Mucho señora me gusta el humor y por eso lo recupero, con mayor o menor acierto, cuanto soy capaz, no en vano decía Friedrich Nietzsche, "La potencia intelectual de un hombre [mujer] se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar".
No escuché la versión de La Lupe, pero no dudo que lo haga mejor que el CloClo, que a mí a pesar de los franceses, pues no me vuelve ponedora.
No soy quién, para decir nada de sus amigos "cultos" pero, me lo pone a "huevo de CloClo", porque más veo de pedantería que de kulturra, si así a usted la reprochasen; ya que no disponer de instantáneas de Wagner, Mozart o Beethoven bailando bachata o salsa, es porque no se daba en sus tiempos o en sus arrabales, que de lo que se dio, en composiciones magníficas convirtieron y se lo bailaron.
Pues solo nos queda pendiente el Karaoke, pero un día integro uno en la cueva. Besos Gi ZZ+-----
Dinora, cierto, ha sido una acertada comparación "morir cual capitán en su barco" así lo hizo. La pregunta a su duda, resulta de imaginarnos, ¿qué sería aquello en nuestra vidas capaz de convertirse en barco y dejar que nos arrastrase al fondo?. No es fácil responder y por eso las musas no siempre acompañarían, pero si lo encontrase, no dudo de su lirismo mi señora. Suyo, Z+-----
Catalina Zentner, gracias por hacer que mi cueva brille con su arte, que pocas flores y muchos cactus a mí me acompañan, todos fuera claro.
Debo decirle que no es por mi falta de ganas el no estar siempre subido en balcones como el suyo, sino por mi falta de tiempo, que debo regular para saltar y no caerme en balcones todavía no visitados y todavía desconocidos. Como podrá ver en mis registros de Mayo, voy salto a salto; después leer y comentar no es cosa de poco, si lo leído es tanto, al menos para mi limitado verbo.
Pues gracias mi señora, por cierto me descargué su revisa y estoy en mis ratos disfrutando, Z+-----
¿Escritora o escribidora?, me acuerdo bien de ese juego, cuando salió al mercado a principios de los noventa, me llamó la atención, era extremadamente adictivo.
Señora, usted lo hace maravillosamente bien en todos los registros que maneja, puede ser como nadie, escribidora y escritora. Suyo Z+-----
Ana R, es capaz en tan solo una frase, de combinar las palabras, para que nuestro intelecto se nuble y debamos aprender el arte de la lectura (que usa más de dos neuronas).
Usted lo ha dicho Ana, el dilema del lemming era en aquel momento, adoptar otra identidad (salvando o huyendo) o ser, el mismo (muriendo pero escribiendo), y dejó que el río de lemmings fluyese y le arrastrase a lo que le resultó más coherente y él, había defendido hasta el momento, a pesar del escarnio, hambre, soledad y finalmente muerte.
Gusto el mío de observar su regreso, Z+-----
maría, buenas mi señora, no le discutiré los porcentajes, que solo reflejan su postura, en la cual coincido plenamente.
Y razón tiene, en valorar los principios, como el principio de, todo para mí porque me lo merezco y los demás que apañen con los finales que a mí me sobran.
Referente a la muerte del lemming poeta, ya lo he explicado, hasta donde alcanzan mis razones de autoría, en los otros comentarios, y siempre desde la visión fabulada y el contexto del roedor.
Además y no de menor importancia, es reconocer que él, no muere, la fábula termina con su último verso, pero no hay ningún renglón que sentencie su muerte, excepto lo previsible.
Así, que el final no es triste del todo, imagine que los humanos (en este caso Noruegos) sabiendo que su carretera fue trazada por un paso inevitable de lemming y acordes a la política medioambientalista del avanzado país nórdico, anclaron redes para su caída indolora... en fin, existen otras posibilidades como le dejo en este divertido vídeo.
Pero claro, también todo podría ser dramático...como en este otro clásico de Disney, 1958, culpable de la mala fama de suicidas, de los bichitos fabuleros.
Besos señora, y suyo Z+-----
beatriz, jajaja, me lo imaginaba sabe, su primer comentario no era baladí, jajja. Por Dios, invíteme a esa boda, que además de visitar el sur y la costa donde usted vive, aprovecharía para ver esa maravilla de hamster enano que le han regalado y al que tengo envidia... aunque después de la Operación Malaya allí en Marbella, a ver si a lo que va a besar es a un Gánster Ruso... o en eso se convierte su roedor... jajaja, bueno que gracias y siempre suyo hasta para ser "Padrino", Z+-----
tan versátil como acústica, primero que nada, defender el sexo de El Titán, que a mi me parece que además de divino es masculino, y fue de los primeros en comentar en este post y al primero que di respuesta, porque el tema no era nada poético, ni lemming, pero sí de muerte.
Siendo usted tan versátil como es, cualquier palabra suena apropiada cuando la usa, aunque entiendo que le preocupe tanto la acústica.
Mis comentaristas, casi todas femeninas y justicieras, como en su balcón casi todos masculinos (90%) y pendencieros (jajaja, broma), luchan día a día por más justicia para las de su género y sexo, no tengo dudas y para el resto.
Tiene razón sobre la libertad, pero en el contexto del lemming poético, puede leerse entre otras muchas formas, esta: La libertad personal del poeta, en serlo, se convirtió en su jaula social, así que sus razones tenía para decirlo, que no son las mías.
Hablar es fácil, como siempre en el mundo del poeta lemming parecía serlo, y él solo veía tristeza en la repetición cultural marcada por los designios de una publicidad reinante, base de la cultura, (siempre en la fábula).
Que nosotros, usted y yo, podamos intuir algo igual, que lo versado por el lemmus, en nuestro mundo de humanos, falta por confirmar.
Placer y suyo Z+-----
Cromatica, me alegro de recibirla siempre, y curioso yo de compartir con usted mis sorpresas.
Como puede leer, dedico más texto a divagar sobre lo sugerido en el post, que lo propiamente escrito. Y tiene sentido, ya que como usted debe saber bien, la magia del uso poético del lenguaje, es la generación de infinitas miradas yuxtapuestas, que ni el poeta todas controla, sería imposible, ni siquiera muchas de ella observa al buscar la rima o la metáfora, al medir el ritmo o jugar con la palabra.
Así que yo, soy mero comentarista de lo que mis textos sugirieron y no el más bueno.
Y como el suyo es lo último que comento hoy, pues al precipicio me voy, a ver como el sol discurre, aunque apenado de no poder ser su aliento, o ¿quién sabe?. Z+-----
sr de la vega
un abrazo de paz
gracias por levantarme el ánimo
cuando pase la pena negra
volveré a mis andares errantes
de blogs en blogs
y de pixel en pixel
armando y desarmando emociones y sacando a la luz clandestinas cavilaciones...
elisa
Touché, tiene Vd. razón, me quedé en lo más evidente, pude haberme ahorrado un disgusto.
El video que me dejó me dibujó una sonrisa. Se la regalo, es suya.
maría
Ande, señor de la Vega, gracias por llamarme cronista y, aunque usted sí que sabe, haga el favor de volver a mi entrada de "La joya" que ha hecho que me estruje el cerebro para darle el cruce como debía y no se si lo he logrado...¡Ay, si no existiera el humor!
Un abrazo, ilustre amigo.
Sr de la Vega,
me deja sin palabras...
Felicito cada una de las suyas...
Rox
Cuando pasa de la prosa a los sonetos se vuelve sublime la cosa (bueno, sí, exagero..., jejeje)
Aqui pasando a saludarle, Sr. Enmascarado, sabrá Dios en que travesuras anda
Saludos!! ;)
Dinora, agradezco su pasar lúcido y luminoso.Me recupero de una cicatriz que me ha marcado la carne, y necesita de poco movimiento y menos saltos, pero pronto le regalaré de con nuevas travesuras. Mientras sino lo conoce, siempre puede dejarse caer por mi caverna TelevisivaZvisión+----, donde podrá zapear con zorril mirada. Suyo Z+----,
Adriana Lara, claro que exagera mi Diosa de la prosa. Desde un Olimpo abierto a las pruebas de Hércules, le saluda humildemente suyo, Z+-----
Enredada, no se quede nunca sin palabras, mi Roxana, porque yo disfruto de las suyas y de su encanto fresco y dulce. Z+-----
Perlita, señora usted es magistral, y las réplicas las ejercita con azuzada espada, me encantó y se lo agradezco, besándole el ingenio mi amiga ilustrada, Z+-----
María, gracias por su sonrisa, sabe que compartir sonrisas es lo que verdaderamente me estimula a volver, un beso mi señora, Z+-----
lichazul...elisa, usted es mujer vital y música armónica; recupere la felicidad entre las desgracias, porque bien sabe que el primer paso llega desde nuestro corazón alzado.
Hasta que ese llegue, cuente con el mío, besos, Z+-----
Entonces y conociéndole ¿acaso no sería Vd. el que salvó al lemming de su trágico destino?
Sea lo que sea, recupérate pronto.
Un beso muy fuerte y muchas sonrisas para compartir contigo
maría
Gracias por su original bienvenida!
y un gusto por conocerle tambien
:)
ciao
maría, estoy en ello... y sonrisas igualmente, besos Z+----
mayra luna, gustoso yo en originarla, Z+-----
Qué preciosa entrada. Hacía mucho que no pasaba por acá. Un placer, como siempre.
Cariños.
Si....la libertad es jaula !!
Señor de la vega, se me comvirtio en sr Zorro que con esta fabula ya me hizo ponerme a pensar.
Muy buena.
Raquel Fernández, preciosa su poesía de poetisa inspirada. Placer igualmente señora, Z+-----
Pato, me alegro que optase por esa sentencia del lemming, yo a veces también la comparto. Suyo Z+-----
Palmoba, pues conseguí lo que cualquier fábula desea, el pensar de quien la escucha. Usted señora la hace buena con su presencia, Z+-----
desgraciado el artista que no esgrima su pluma,pincel o buriles para abofetear a los imbéciles
y esto es una bofetada a los imbéciles
a la manada
al rebaño que cae poco a poco en el abismos de cuyo retorno descreo.
y En los versos
uno de los resúmenes más claros de lo que es la vida
por lo menos
para mí.
MUDA,reverencia.
mariel ramírez barrios, mi señora... vaya, vaya...nunca lo pensé como bofetada a imbéciles, pobre de ellos, ya tienen suficiente en la desgracia. No incluye el Lemming en su verso, prosa o suicidio, rencor o maldad, o negatividad, hacia los otros, tampoco hacia la vida...
Pero sin embargo y a pesar de ello, jajaja como de la Vega estoy de acuerdo consigo.
Un beso, Z+-----
Incluyo un bello artículo en comentarios, publicado en El País Semanal, sobre el suicidio del escritor y del poeta, muy ilustrativo... para intentar justificar al pobre lemming... "en mal de muchos, consuelo..."
TEXTO:
¿Por qué se mata un escritor?
HÉCTOR ABAD FACIOLINCE 28/09/2008
La última promesa de la literatura americana, David Foster Wallace, se quitó la vida hace un par de semanas. A partir de este caso, el escritor colombiano analiza qué ha significado el suicidio para muchas otras figuras de las letras.
Se dice, con más razón que sorna, que el único riesgo profesional de los poetas es el suicidio. No sé si hay estadísticas, pero tengo la impresión de que los escritores se suicidan más, proporcionalmente, que los mortales de otras profesiones. Si hago un rápido censo mental, muchos nombres se me vienen a la mente desde la antigüedad hasta hoy, mujeres y hombres: Safo, Lucrecio, Séneca, Silva, Larra, Woolf, Salgari, Trakl, Lugones, Mishima, Pizarnik, Hemingway, Plath, Márai... Y el pasado 12 de septiembre, la gran promesa de la narrativa estadounidense, David Foster Wallace, a quien hallaron ahorcado en su casa; un novelista de 46 años que ya en otras ocasiones había pedido que le protegieran de su propia pulsión de quitarse la vida.
Primo Levi le dedica el sexto capítulo de Los hundidos y los salvados al suicidio de Jean Améry. Dice Levi que "su suicidio, como todos, admite una nebulosa de explicaciones". Esa misma nebulosa se ha empleado después para tratar de explicar el suicidio del mismo Levi, llevado a cabo -al parecer- más para evadir la enfermedad que para huir de las pesadillas memoriosas de Auschwitz. Ocurrió en 1987, aunque con la ambigüedad que muchos suicidas prefieren, de modo que las familias puedan aferrarse a la duda de un accidente: se precipitó por el hueco de las escaleras del edificio donde vivía, en el barrio de La Crocetta, en Turín, sin dejar carta de despedida.
Por estos días se celebró el centenario del nacimiento de Cesare Pavese, otro homicida de sí mismo, en la misma ciudad del norte de Italia. Esto me llevó a releer páginas de su diario. Ahí, al final, y poco antes de que se matara, dejó escrito: "Los suicidas son homicidas tímidos. Masoquismo en vez de sadismo". Maupassant, que se murió por enfermedad un año después de intentar suicidarse, lo definió de un modo casi inverso: "El suicidio es el sublime valor de los vencidos". La última entrada de Pavese, el 18 de agosto, me ha dado siempre escalofríos: "Sin palabras. Un gesto. No volveré a escribir".
Pavese murió en la soledad de un cuarto de hotel, pero hay escritores a los que no les gusta suicidarse solos. Heinrich von Kleist cambió varias veces de novia hasta que al fin una, Henrriette Vogel, aceptó quitarse la vida con él, a orillas del lago Wannsee, cerca de Berlín. El lugar es hoy un sitio de peregrinación. Se trata de un rincón apacible, bucólico, como si los románticos escogieran con gusto incluso el sitio de su muerte. Otros suicidas en compañía fueron Arthur Koestler y Stefan Zweig. El primero se fue del mundo en un pacto con su tercera esposa, Cynthia Jefferies. También Zweig lo hizo con su mujer, Lotte Altmann, en Petrópolis (Brasil), donde se había refugiado de las persecuciones a los judíos durante la II Guerra Mundial. El suicidio de Koestler, otro judío perseguido por los nazis, obedeció más a sus convicciones a favor de la eutanasia: estaba enfermo de párkinson y leucemia.
Albert Camus, que murió en un accidente sin ningún viso de suicidio, dejó escrito lo siguiente al principio de El mito de Sísifo: "No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar si la vida vale o no la pena de que se la viva es responder a la pregunta fundamental de la filosofía".
Algunos escritores, más que cartas, dejan libros completos sobre su ánimo. Henri Roorda terminó Mi suicidio poco antes de matarse. Allí dejó escrito: "Amo enormemente la vida. Pero para gozar el espectáculo hay que ocupar una buena butaca, y en la tierra la mayoría de las butacas son malas". Antes de matarse, Jean Améry escribió un libro extraordinario sobre el suicidio (Levantar la mano sobre uno mismo) donde explica que la primera lógica de la que escapa el suicida es la del axioma vitalista "la vida es el bien supremo". Si esto se niega -"la vida no es el bien supremo"-, o si en determinadas circunstancias la vida es lo contrario, un gran peso y un gran mal, se entenderá mejor el salto que dan, que deben dar, los suicidas. Su mundo no es nuestro mundo. Así lo dijo Wittgenstein en uno de sus aforismos: "El mundo de quien es feliz es otro distinto al mundo del que es infeliz". El suicida, al darse una muerte libre, voluntaria, quiere hacer cesar ese mundo para él infeliz.
Por no entender este pensamiento elemental (que a veces la vida no es buena), los Estados y las religiones han perseguido durante mucho tiempo el suicidio, calificándolo de delito y de pecado. En algunos países, incluso, se llega al absurdo de castigarlo con la pena de muerte. Toman el cuerpo exánime del suicida, lo cuelgan y lo exponen al escarnio público, para que aprendan.
De alguna manera, la Iglesia, al prohibir que los suicidas fueran "enterrados en sagrado", castigaba con la pena del destierro (del cementerio) a los suicidas, considerados como "discípulos de Judas". Su posición, por suerte, se ha vuelto más compasiva.
Hay quienes se matan tranquilos, planeándolo; otros, en un arranque de autodestrucción. Unos, sobrios; otros, drogados. El poeta Juan Manuel Roca desaconseja que nos matemos borrachos: "Es el problema del alcohol; alguien puede suicidarse y al día siguiente no acordarse de nada". Es un chiste, pero podría no serlo. Un gran experto inglés en suicidios literarios, A. Álvarez, intentó suicidarse, borracho, una noche de Navidad. Se despertó tres días después sin acordarse de nada, pero con la sensación de que ya sería para siempre un suicida frustrado. También él escribió un estudio estupendo, El dios salvaje.
Creo que la raza de los escritores suicidas, pero indecisos, se ha inventado otro tipo de estrategia para no matarse, y para ni siquiera intentarlo. Me refiero a los escritores que, en vez de dar el salto, trasladan el propio suicidio a sus personajes. Así hizo Shakespeare con Ofelia, Romeo y Julieta; Goethe, con el joven Werther; Tolstói, con Anna, y Schnitzler, con el subteniente Gustl. Es raro, pero si uno suicida a alguien en un libro, se experimenta una muerte que de alguna manera sacia la ansiedad por la propia muerte. Lo sé por experiencia propia.
Otros, en cambio, se despiden con ira. Me gusta la furia final de Chatterton: "Adiós, Bristol, inmunda ciudad de ladrillos. / Amantes de la riqueza, adoradores del engaño". Piensa uno en los ladrillos de nuestras ciudades, y lo entiende. Supongo que si el cuerpo no tiene el buen gusto de morirse a tiempo, uno tiene el deber de matarse. Pero mientras llega ese instante de lucidez en las tinieblas habrá que seguir viviendo, aunque tal vez con el mismo sentimiento de culpa que escribió una vez Thomas Bernhard: "Nada he admirado más durante toda mi vida que a los suicidas. Me aventajan en todo. Yo no valgo nada y me agarro a la vida, aunque sea tan horrible y mediocre, tan repulsiva y vil, tan mezquina y abyecta. En lugar de matarme, acepto toda clase de compromisos repugnantes, hago causa común con todos y cada uno, y me refugio en la falta de carácter como en una piel nauseabunda pero cálida, ¡en una supervivencia lastimosa! Me desprecio por seguir viviendo".
Buenas noches, Señor De la Vega:
Permítame que le abra esta ventana en su cueva. Y que le dé las gracias por el estupendo vídeo y la música mágica que interpreta Mari Boine Persen.
Ya han pasado dos años y medio de la caída de lemmus poeta, ,RIP.
Lástima, con lo precioso que escribía. ¡Qué buen soneto!. ¡Y aún le sobraron minutos para intercalar los versos con el balance de su vida!. Al leerlo, se contagiaba su velocidad por acabar su obra, antes de la llegada de los lemming alocados, que lo empujarían irremediablemente.
¡Qué sacrificio, cuando se ama la vida!.
Sigo con el enlace del artículo de El País, que ciertamente es para imprimir.
¡Qué buena estrategia para sobrevivir los escritores, suicidar a alguien en un relato.
No quiero hacerle mala conciencia, a esta hora de descansar, pero ¡el lemmus poeta era tan encantador y sacrificado, y escribía tan bien!, que hasta Cervantes le habría seleccionado entre los buenos en su 'Viaje al Parnaso'.
Saludos. Gelu
[Anónimo] Mi Señora Gelu,
En absoluto me hace mala conciencia, haber transcrito la muerte del lemming, porque uno siempre acaba matando al que puede y no al que quiere.
Dicen algunos poetas, y ya escribí sobre ello, que no recordaré donde lo puse, que el poeta es aquel que vive intensamente el mundo y lo transcribe, a diferencia del escritor de ficción, que puede dar vida a personajes y manejarlos, incluso matarlos.
El poeta retratará la muerte y sentirá la muerte porque le mata al rodearlo a través de sus dedos, aunque los tenga otro.
El Lemming es un pasaje de esa muerte del mundo que yo vivo, lo que hice, fue robar sus huellas y describir su sino, inevitable.
Redacté en Mayo del 2008 esta con-fabulada historia y el artículo del País se publicó en septiembre, pero tan al caso con mi sentimiento en esta fábula, que me pareció lo justo traerlo y compartirlo.
El lemming tuvo el valor desde su condición de poeta de atreverse con un soneto en muy pocos minutos (que así fue de cierto), el segundo que su creador escribía; ahora releído, al leer su comentario, y con bastantes más escritos, le confieso algo que intuía, que el instinto es el 99% de un poema verdadero (o como mínimo honradamente inspirado) y el 1 restante, técnica.
Gracias y Suyo, Z+-----
Buenos días, Señor De la Vega:
- Tiene usted toda la razón: uno acaba matando al que puede y no al que quiere.
Dígamelo a mí, que no mataría ni a una mosca, que puedo; y en cambio soy incapaz de matar a un mosquito aunque quisiera matar a todos.
- Y coincido en cuanto al porcentaje del poema.
Si no se aprovecha el momento del impulso, el poema ni llega a nacer.
- Voy a ponerle un comentario en su post del capítulo LXXV de El Quijote, y del mismo libro que cito de Giovanni Papini, se me ha ocurrido que iría bien para esta entrada, el relato de Runo Elodial, titulado 'Muerto de amor'. (En mi libro del Círculo de Lectores, pág. 452).
Si no lo tiene, se lo haré llegar.
Saludos. Gelu
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