Good Monkey!

Cuando me encontré con este corte censurado en Internet, no lo consideré casualidad. Al fin y al cabo, mi imaginario sexual adolescente, bebió de las películas en blanco y negro, de Tarzán de los Monos y de la excitante Jane. También mis fantasías africanas y mis deseos de convertirme en héroe.

Lo dejo, no para ser visto por nadie, sino para ser revisado por mí y volver a mi juventud más ingenua y desear ser el chimpancé Cheeta, en ese juego erótico casi humano, con una Jane desnuda y displicente al quedar completamente en cueros a la vista del mono, (para mí que no se fía del inteligente simio), aunque al final le diga con voz agradecida, - good monkey!.

Es ejemplificador como África irrumpió como un fetiche en los años veinte y treinta en América e igualmente en Europa, y que fue durante la 'Gran depresión' cuando las aventuras cargadas de exotismo y sensualidad, hicieron furor en el cine de Hollywood y el espectador superviviente.

¿Sería por ahorrar vestuario y mostrar que la felicidad se obtiene con bien poco y gratis...?

NOTAS: La escena es de la película de 1934 "Tarzan and his mate" (Tarzán y su compañera), protagonizada por los dos atletas olímpicos Johnny Weissmüller (Tarzán) (5 oros y 1 bronce) y Josephine McKim medalla de bronce en 1928, doblando en el desnudo bajo el agua a Maureen O´Sullivan (Jane). [fotos]
La toma es de una coreografía impresionante y de una duración con desnudo integral de la nadadora de más de 7 minutos la original (cortados), que nos sugiere otra época y otro público imposible. ¿Por cierto, no encontrarían ninguna escusa los guionistas para quitarle el taparrabos a Weissmüller?

Según parece, fueron asociaciones familiares y grupos religiosos los que forzaron a través del recien instituido 'Production Code Administration (PCA)', a censurar el singular cortejo subacuático. [notas sobre el rodaje y censura inglés]
El doblaje de la actriz principal por la atleta olímpica se debió a la dificultad del buceo necesario para el rodaje, no apto para principiantes o fumadores. Ya que no parece que la actriz O'Sullivan tuviese problemas en mostrar su cuerpo, según ella misma declaró en entrevistas, de hecho casi resultan más eróticas sus escenas con leones [ir a vídeo] y vestuario en las que enseña y no enseña.
Además en las primeras dos películas de Tarzán, Maureen viste un sexy biquini de cuero, entremezcla sus tomas con las de la nadadora y se desnuda no solo frente a Chita, sino a contraluz en una tienda de campaña. La moralidad americana actuará en las siguientes entregas del Hombre de la Selva, con vestuario más púdico y amenazando con meter la tijera y vestir al Mono. Lástima que no actuaran con igual exigencia sobre escenas de violencia y racismo.