Un día como hoy, pero no fue hoy

Un 11 de Septiembre me cambió la vida para siempre
no sería ese día, demasiado intenso, demasiado largo
días después, mi yo se desmoronaba en un dolor inmanejable
derribando a la persona, al hijo, al niño, al hombre.

Un día 11, que por una década llegó a pasar inadvertido
porque desde ese día el duelo fue un cambio sin retorno.

Un once de septiembre me descubrió que todo lo conseguido
me descubrió, que no había conseguido nada imprescindible
descubrió que había vivido muy poco fuera de su útero.

Aquel día, fue el fin de una tragedia y la esperanza de tenerla
coma irreversible, antesala y muerte,
aún joven, hoy añado: tan inocente y sabia.

Y cambió la mía, mi vida con su pérdida, como la trajo su existencia.

Un día once de septiembre de hace exactamente veintiún años
falleció mi madre.
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