"...tengo una alfombra de jornadas y el tiempo hecho pelusa, de tanto enredarse en esa sensación pegajosa de la nada."
Comentario poemado de Noviembre 2008, escrito por J. de la Vega Z+-----[Poemas bajo tu balcón]


Aquí esgrime el Zorro+-----[SoneZtosII]+[PoetiZandoFeisbuk]+[LaSima de los Vuersos]+[DiarioÐLolita]+[Balcones]+[ZVisión+-]+[MemoriasLiteratura]+[Ilusiones]

*

EL CORAZÓN DEL ZORRO, acto segundo

ZORRO (espadachín héroe mundial de Capistrano): Protagonizado por el autor, Jesús de la Vega/Señor Zorro +-----
BERNARDO (parlanchín amigo y entrometido socio): Interpretado por un blogger genial y real, pero anónimo.
ANN (amiga íntima de Lolita y compañera): Todavía en casting
LOLITA (periodista especializada en el Zorro): Interpretado por la periodista y escritora de hermosuras, Lina Masaki
TOBÍAS (auxiliar médico de la red clínica De la Vega): Interpretado por el productor de la obra.

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PRÓLOGO
Recita el productor de la obra

Aunque sea segundo acto
se mira desde el pasado
siendo lo dicho y contado
todo verdad y ocurrido
no por ello fue aburrido
sino feliz y aguisado

Faltan versos dedicados
pues es de la red sagrada
la propiedad registrada
y creada por sus dueños
no teman me sobran sueños
para explicar su balada

Pero yo no confiaría
ni del autor ni ninguno
pues siendo el amor un tuno
no se casa con señores
que parecen cazadores
y son galanes zorrunos

Y aquí comienza caliente
esta historia sin igual
pues nadie me ofrece aval
para singular tontuna
a mi teatro importuna
la nueva crisis mundial

ACTO SEGUNDO

ESCENA IV, en la ambulancia

Bernardo acompaña en la ambulancia camino al hospital, a Ann y Lolita que parece despertarse de su prolongado sueño, también la monitoriza un auxiliar médico llamado Tobías.

ANN
Dirigiéndose a Bernardo- Señor, está abriendo los ojos, ¡Dios que alegría!
BERNARDO
- La estoy viendo Ann, y parece que está mucho más recuperada
ANN
- Por un momento en casa, creí que la perdía y no podía decirle tantas cosas.
Hay veces en la vida, que una se siente superada y reacciona cuando ya es demasiado tarde.
Pero ayudó el cielo y Lolita se recupera gracias a ustedes, señor Bernardo, ella le deberá su vida al Zorro- hablaba Ann profundamente emocionada con los ojos brillantes.
BERNARDO
- No se preocupe, por lo que no ocurrió, ya pasó y verá, como esa angustia que le llena ahora, se olvida pronto, en cuanto Lolita regrese a casa en unos días.
ANN
Con un grito velado para no asustarla en su despertar, le habla casi al oído con susurro - ¿Cielo, me oyes?, estoy aquí, soy Ann, ¿estás despierta o aún delirando en sueños?
LOLITA
Reacciona y entreabre los ojos, sonríe como si viese un ángel y gesticula una movimiento casi afirmativo, donde apenas si lo nota la almohada. - Ann cariño, ¿por qué me dices eso? ¿qué a pasado?, estoy solo... algo cansada. Dime Ann, estoy bien... ¿verdad? ¿dónde estamos?.
ANN
Ann no puede contenerse y se inclina llorando, la abraza y acaricia mejilla con mejilla, mientras sus manos recorren desde los pies hasta llegar a la cabeza de Lolita, para sentir la vida de su amiga - Cariño me asusté mucho, pero estás bien, ahora estás bien... estamos yendo al hospital en una ambulancia, no te preocupes.
LOLITA
Sin fuerzas, se alza para hablar al oído de Ann y no ser oída por los hombres presentes -No podemos permitirnos hospitales, ya lo sabías, ¿tan mal estoy? dime... ¿por qué es necesario llevarme a uno? por favor, quiero volver a casa.
ANN,
-Cariño son las cuatro de la madrugada, y un amigo nos está llevando, no te preocupes, no pagaremos nada, nos cubre el seguro del señor Bernardo, eso dijo El Zorro, que por cierto hizo de todo para curarte.
LOLITA
- ¿El Zorro? ¿dónde está?, tengo que hablarle...
ANN
- No lo sé, pero pienso que vendrá tan pronto pueda, es un hombre que te tiene mucho aprecio, no sabes que atento estuvo contigo, mientras tu estabas dormida.
LOLITA
- Ann, acércate y dame un beso

Ann se acercó y se empezaron a besar, dejando que sus lenguas se encontrasen, bebiéndose sedientas, lujuriosas como pozo que vierte en las grietas de lo seco. Las dos comenzaron a trazar orbitales figuras con sus manos. Ann, casi ocupa la camilla, para sentir más cercana el tacto a cuerpo y el fluir de la sangre de su amiga que pedía un corazón en sacrificio. Y el calor de ellas anticipaba fuego, siendo los aromas, de humores de gozosa hambre y de la savia de los sexos.
Lolita, como una gata pasaba la lengua extendida por la nariz y los ojos de su amiga, quedándose en los párpados y a veces, le mordía los labios, arrastrando a Ann en el movimiento de su boca para perseguirla en muerde de la húmeda mordida. O le agarraba la punta de la lengua con sus dientes y luego parecía que la tragaba toda, cómo si se pudiese... Mientras, las manos antes pudorosas, corrían salvajes debajo de la ropa, presionando aquello que pone a dos amantes, en el mismo precipicio donde caer no tiene nombre.

Desde hacía unos minutos, ¡porqué duraba minutos!, Bernardo tenía cara de póquer, miraba al auxiliar médico, que enfrente de él alucinaba, ambos a pesar de la rigidez extrema, intercambiaron algún gesto como diciendo ¿y qué narices hacemos, si esto continúa?


Bernardo con más tablas, intenta poner tapa al Krakatoa, (¿acepta un volcán un 'tapadero'?), exclamando en fuerte grito (de esos que parecen alzarse en momentos de ruidos infernales)
BERNARDO
- ¡Basta señoritas, no están solas!- Pero lo cierto era, que en la insonorizada ambulancia, solo se oía el fragor de dos babosas que se unían en forma deliciosa.
Bernardo, habló un poco más calmado,
- ¡Lolita, me alegro que se esté recuperando, porque estamos llegando al hospital!, y supongo que después de unas pruebas de rutina, y que comprueben que el tratamiento surte efecto, podrán las dos regresar a casa- (aunque parecían más bien, más que dos, una)

Las chicas, seguían entretenidas, pero Lolita le miró de reojo, mientras de su lengua retráctil pendía la saliva de su amiga todavía y después volvió a su boca...

Bernardo lo intentó con Ann, que en aquel momento, parecía la más sumisa esclava, en pleno arrojo a un largo cuello, enroscada a la nuca, mientras sus manos marcaban danzas medievales debajo del camisón en la parte que cae encima de los senos.

BERNARDO
- ¡Aaaann!- dijo Bernardo- si quieren les ofrezco después, en algún hotel de mi cadena, una habitación con jacuzzi de burbujas bien calientes, donde puedan olvidar el frío de su ducha y el fuego de esta ambulancia, pero ahora llegamos al hospital, y no me gustaría que los camilleros viesen esta escena, ya es suficiente con el señor Tobías, aquí delante, que hace minutos que apenas si resuella, ni parpadea, ni respira, ni me escucha.
Cambiando la mirada al auxiliar Tobías, le gritó, (por gritar a alguien y desahogarse)
- ¡Atento y despierte Tobías que llegamos y ya su baba manchó el suelo!


ESCENA V, En la cueva del Zorro

Bernardo después de dejar hospitalizada a Lolita, ha decidido visitar al Zorro en su cueva, sabe que no duerme y no puede, él tampoco lo consigue y será noche de insomnio.


El Zorro sale a recibirle, a la entrada principal de la cueva
ZORRO
- Buenos días Bernardo, supongo que lo arreglaste todo, muchas gracias.
BERNARDO
- Sí, dejé dicho que te llamase el doctor cuanto tenga los resultado de las pruebas, y así tú poder informar a Lolita personalmente y quedarte tranquilo
ZORRO
- ¿Y el coche?, veo que volviste en otro, ¿fue todo bien?, te noto con mala cara, ¿le ocurrió algo a Lolita?
BERNARDO
- No te preocupes, tomé un carro de la gerencia del hospital, no quería regresar a la casa de Lolita a por el Zeta.
Y sí, tengo mala cara y estoy un poco alterado- se pasó un pañuelo por la frente- Por cierto, tenías razón y debería disculparme contigo, amigo.
ZORRO
- ¿Por qué motivo? ¿Dónde tenía yo razón tan dolorosa, para que traigas ese ánimo compungido?
BERNARDO
- Tenías razón, entendiendo mejor que yo, las razones de las mujeres, porque Bernardo francamente, no entiende nada- volvió a limpiarse- Yo siempre pensé, que Lolita, te amaba...
ZORRO
- ¿Y acaso no me ama?
BERNARDO
- ¡Pues no mi amigo!, cuando hace unas horas, delirando por la fiebre, llamaba al Zorro, cualquiera lo hubiese creído así, pero...-
le daba vueltas en su cabeza si contar a Jesús lo visto en la ambulancia, se limpiaba compulsivamente la frente de un sudor espeso, pero no hablaba.
ZORRO
- ¿Puedes decirme que te ha ocurrido, para que me cuentes eso?.
Yo, francamente Bernardo, no creo que ella me llamase en sus delirios por el amor que me profesa, más bien, por alguna razón o denuncia en su diario, pero por otro lado, pienso que me ama, eso sí Bernardo, a su manera, ya conoces esta generación de mujeres, son de otro mundo.
BERNARDO
- Y tanto, Jesús, tanto a su manera... y sí, son de otro mundo Ann y Lolita. Pero...-
rápidamente y después de oída la creencia de su amigo sobre el amor de Lolita, cambió de tema, diciendo- Jesús es que no he dejado de pensar en tú enamoramiento, según me explicabas antes que interrumpiese la ambulancia, hiciste muchas preguntas y no escuché respuestas.

ZORRO
- Tan solo eran preguntas, y todas sin respuesta, a veces uno parece que las tiene, pero las respuestas son como estaciones, igual que se van, nos vienen con la misma fuerza y dan sus frutos y luego el otoño las muere y como oso hibernan otros meses más y las respuestas duermen.
BERNARDO
- ¿Qué quieres decir? ¿qué la respuesta depende del momento? ¿o qué las respuestas se crecen según las estaciones que vivimos?
ZORRO
- No sé lo que digo, pero sí te podría explicar lo que sentí desde un primer momento con 'ella'.
BERNARDO
- Pues dime, no pienso dormir esta noche, la ambulancia me despertó el instinto sabedor y otros.
ZORRO
- Ven a mi gruta y lee, tengo los techos grabados con palabras y en cada humedad un beso.

De la Vega y Bernardo, se dirigieron a una gruta donde Jesús podía rememorar cada poema suyo inspirado en las letras de su musa y Bernardo entender lo que le había escrito como respuesta "ella" buscando en sus archivos, para comentarlo con el Zorro según leían.

ESCENA VI, En la Gruta

ZORRO
- Era marzo de este año dos mil ocho. Y cuando leí su poema de aquel día, me dio la impresión que esta mujer había encontrado nueva pasión y nueva vida entre sus letras, así que le escribí saludando y puerilmente:
"Qué simple fecundarse en ilusiones con nuevas caricias y creer al amor como si nunca nos hubiese abandonado.
Es como volver a ser Eva o Adán en el jardín de las delicias, alegres, sin tensiones, gozando los frutos ya maduros, pero habiendo aprendido del árbol de la vida y del desnudo..."
BERNARDO
- Sigue Jesús, por lo que se lee, ella también escribe con soltura y parece mujer de algunos amores enlazados como tantas personas, en este caso muy humana.
ZORRO
- Sí pero, también advierte ella a todos, que no jura amor, aunque le brote sangrando en cada poro, ni quiere amor jurado. Yo entonces añadí a sus dichos :
"Se puede amar siempre pero...¿Cuántas veces se puede jurar amor sin que la palabra se caiga a trozos, de la boca?...".
BERNARDO
- Sí, y ella racionalmente le aclara a usted, que todo se puede prometer y todo se puede traicionar y desde las dos orillas parece que ella, haya bebido el dolor de la palabra rota.
ZORRO
- Claro Bernardo, ella conoce las paredes del abismo, ambas. Pero en lugar de temerlas, las lame con 'lengua marina' y se desboca en poemas de pasión, y yo ya la admiro con distancia, como tantos en su balcón espacioso, pero era el Zorro quien le escribía maulladamente:
"Su acoso es siempre tan evocador
que transforma en muda mi lengua,
tragada por la octava vida de un felino
que enmascarado se agazapa en su noche...".
BERNARDO
- Usted dijo muy poco, entonces, comparado con la pasión que se vivía, tórrida pasión de letras en el blog de ella, y a usted sin ser protagonista, le contesta con justas palabras como para salir trivialmente del lance. Perdona Jesús y no te ofendas con tu amigo- Bernardo comenzó a reír sin pausa pero contenido en sus ganas.
ZORRO
- No todos los que escribimos, podemos apasionar y salir de lances sutilmente, con admiradores que nos miran como gatos y uñas retráctiles.
Esa faceta poderosa en ella, me atraía y atrae, arrastrar con todo con todos.
Si lo traslado a espada, era un acero ágil contra muchos, y ella esgrimía el justo toque, medido, calibrado, certero, siempre abierto y a la vez sin daño, sin abusar y olvidar nunca lo dicho, sin descreer a nadie, sin dejar de motivar a alguno y por supuesto a todas, gozosamente dulce... dulcemente ella.
BERNARDO
- Me parece que a quienes les es difícil hacer eso, Jesús, es a los hombres, las mujeres en los lances del amor, lo bordan, a 'cada uno la perrachica y pa quien ellas quieran la perragorda'.
ZORRO
- Si empiezas a generalizar paramos.
BERNARDO
- Perdona, te veo susceptible, no te enfades
ZORRO
- Yo veía sus pasiones, sus locuras en forma de increíbles poemas, y busqué más en ella, le decía meloso:
"¿Sabe que yo siempre me derrito ante sus entrelineados de ternura?,
¿Acaso sabe qué es la 'mujer' tierna

la que me excita a eyacular palabras de deseo
y qué el placer con su lectura
desata en mí,
la furia de acunarla entre mis abrazos, de tenerla...?
"
BERNARDO
- Y parece, que marcaste con tu espada la forma de tu Zeta, en mitad de aquella jungla intrincada de lujuria verbal {que otros y ella daban}. O al menos a mí me lo parece, pero Jesús, también parecías "el perro del hortelano, que ni come ni deja..."
ZORRO
- Comer no podía, y dejar no me dejaban. Y maldita sea Bernardo, ¿de dónde sacas eso, que dices que yo hacía?...
BERNARDO
- De meterte en medio, como un jueves.
ZORRO
- No lo creo, pero si tal agravio cometía, al leer sus palabras, no podía evitarlo.
Y además ella se mostraba poderosa, cada vez más fuerte... y gritaba sin recato, el no temerle a nada, y seguro que era cierto.
Y a mí, su verso, me tentaba a dejar caer mi máscara para tenerla cuerpo a cuerpo:
"Mi señora lléveme de la mano
pues yo le temo a todo...
Temo un mundo donde el engaño crece
y la honradez entró en desuso.
Temo la desidia de una sociedad perdida
con móvil en la mano y mensaje insulso.
Temo a mi corazón débil para construir
la fuerza que un amor merece.
Temo a mis años, que me piden sosiego
y suben mientras yo me hundo.
Temo a mi razón con ganas de combate
mientras mi alma ya toca retreta.
Temo leerme sin haber dicho algo.
¿Quién fuera Zorro? ¿quién fuera usted?
Qué nada temen y andan desnudos..."
BERNARDO
- ¿Y por qué de repente le hablas como de la Vega?
ZORRO
- Porque ella encaraba al Zorro, y mi espada frente a su espada, clamaba empate y de la Vega a veces, tiene las claves que abren puertas, cuando las estocadas que vencen, faltan o no se encuentran ¿entiende?.
BERNARDO
- Sí, eso parece, al menos es la primera vez que ella voluntaria entra en su cueva, pero le recuerdo que su cueva no tiene puertas, y no veo que ni la Vega ni el Zorro, sean invitados a casa de ella.
ZORRO
- Puede ser, tampoco yo quería entrar en su casa, pero sí era curioso de conocer su decorado, y lo que había en los cajones, en la cómoda y bajo las sábanas, y cruzar mis saberes con los sabores de ella. Por eso, cuando toma distancia 'ella' del "Amor", para protegerse en estrategia de corazas, mis versos la contradicen, retando su palabra para enfrentarla claramente,
"Yo me afino con sus poemas "ella", como si de instrumento de cuerda se tratase.
No estar enamorado no me excluye el amor como respuesta a mis entregas.
No estar enamorada, no le excluye el placer amatorio de gozarlas lubricada y penetrada por sus letras: a m o r.
La melodía, que acompaña su escritura, yo la llamo amor.
Y si fuese poeta lo llamaría amor,
Y si yo fuese usted,
amor lo nombraría, sin necesidad de robarle al verdadero Amor, su nombre.

De su corazón amor le brota, intenso entre poemas y se le va notando.
Si quiere inventamos más palabras, pero si por mí fuese, por Amor yo me decanto."
BERNARDO
- Y parece que va entrando donde quiere y ganando confianza. Pero ella le gana con menos letras en las respuestas, por la belleza, y es un lujo leerla, desde luego.
ZORRO
El Zorro ríe abiertamente- No es competencia, ¿qué se cree?, ella escribe con más color y encanto, no me duelen prendas reconocerlo y la disfruto y la amo también por eso.
BERNARDO
- De nada, amigo, si era solo por joderte- Bernardo ríe a pura boca abierta
ZORRO
- ¡Ya!, pues no te pases Bernardo. Es verdad sin embargo, que no me importa la competencia de los otros que la miran y son muchos.
Pero sin celos, me alejo en mis distancias y marco diferencias. Para ello escribo dudando de su esencia en lo que escribe, e invocando a que aparezca quien se esconde detrás de las cortinas de lo obvio, y para ello, le digo lo siguiente:
"... La observo señora transmutada en adrenalina y cortisona,
heroína salvadora de la muerte, por causa de shock anafiláctico a miles de buscadores de pasión, que expuestos antes a blogs repetidos, ramplones y frígidos, se refugian en sus letras como tabla salvavidas.
¿Poesía fantástica o de primeros auxilios?
¡No!, esta, no es la que yo quiero, pero sus poemas son siempre maravillosos..."
BERNARDO
- Y por el comentario tan extenso que recibe, parece saber tocar usted las cuerdas más sensibles o ¿quizás es solo rebate a su injerencia?.
ZORRO
- Ya le entiendo, en mí también se creó la duda, por eso, para ver si era cuerda o soga lo que me espera, transformo la imagen de la entrega de su hombre, en cordón umbilical entre nosotros :
"Vuelta a la morada, esperanza en el reencuentro,
saciados los deseos, convertido el huracán en lluvia.
Usted regresa y él la espera,
siempre tierno, siempre receptivo, siempre amante.
- ¿Y dónde usted leyó mi historia o mi diario?
Cuántas dulces acogidas, cuántos abrazos a la 'infiel lujuria...'
Aunque bastaba el aleteo de una mariposa
para dejar que el ciclón creciera y me dejase mojado bajo la interminable lluvia.
Ecuaciones de Lorenz, siempre dije, no es su culpa,
pero un día perdí el recuerdo y ella el respeto
y el vacío inundó mi cama y no el aliento. [esa es mi historia]
- ¿Por qué será señora 'ella'?
Que soy yo quién la sigo y me refugio entre sus encajes,
que acaso rozan sus senos y su vientre..."
BERNARDO
- Bueno, quiero decir, que es la primera declaración que le escribe usted, para mí, bella en texto y también poética; y donde abre su corazón herido en el pasado, a pesar que ella ya descanse tranquila en sus versos y en su cueva.
ZORRO
- Si no le conociese, le mandaría al diablo ¿está fue la primera declaración bella que escribo?
BERNARDO
- Si no le conociese, pensaría que todo estaba calculado, pero sé que es improvisación, maldito zorro, yo no entiendo de donde saca la intuición y astucia, para hacer parecer la entrada al gallinero, en un juego de tablero y usted un ajedrecista aventajado.
ZORRO
- Bernardo no tiene límite, nada de esto es juego y el único gallina es usted, ¿le parece lo siguiente un jaque?:
"Brújula disparada hacia tu infierno
¡cuánto hiere lo punzante de tu acero!
cada imantada molécula me escoge
cada letra te sirve de vocero.
Te sé tuya
y te quiero norte,
y sin hacerte flujo
en cada insomnio te deshago,
sorbiendo la impronta
de tu polo sublimado.
Seré pecio cargado de ti,
con corales que me cubran
saboreando mi herrumbre,
dando vida a mi hundida cuaderna;
y tu efigie, mi mascarón de proa.
BERNARDO
Por lo que ella después le responde, sí, parece jaque, al menos usted lo amaga en un momento de vacío expresado por ella, y se entromete rompiendo ese silencio austero, con su poema.
ZORRO
Según su lógica podría haber sido rotura y mate, pero ella respondió con enroque y solo pude seguir saltando en mi caballo, sin conocer el tiempo que lo haría, y así escribía, sabiéndome sin espacios para mí:
"Se reconstruye exquisitamente,
Se pare usted, en parto con dolores
Pero...¿qué renacer no duele?
Cordón umbilical, traído del pasado y que aún palpita;
pero un día le servirá para leer historias
cargadas de superación y que desearán oír todos, de la abuela divertida.
No renunciar a las bestias y lo hermoso que habita en cada uno,
es no renunciar a ser completo.
Y solo en el completo aprendemos,
a gestionar la vida
a sortear las suertes,
a renunciar a un poco,
a pedirnos todo,
a desafiar serenos
a mirar de frente.
a escribir como usted lo hace,
maravillosamente fresca,"
BERNARDO
Se reía Bernardo de nuevo diciendo- Tiene razón, se enroca y no le deja espacio, ¡pobre Zorro!, pero no me da pena amigo, ya que nunca se rinde el animal que lleva usted dentro- continuó en sus risas Bernardo.
ZORRO
Sí, espacio solo deja para alguna de mis agudezas, aunque no quería precisamente yo eso:
"Cambió de registro, mi señora y lo hizo sin abandonar su mordaz sagacidad y su ingenio sublime. Me congratulo. Sobre su entrada:
A mí me bastaría que las mujeres, todas desde 'Eva', sean 'AVE' que vuela y no Ave-struz de cabeza escondida, bajo el terror de 'Adan'es que son 'NADA'.
No tema, ya quedó usted hace tiempo excomulgada.
Sabe que en mi cueva, se aman los Palíndromos, y también los Bifrontes como los que ha sugerido. Alguno más de los que hacen pensar serían:
La tele veS * Se ve letaL
AtrapA * ApartA
Las palabras siempre mágicas, como mágica es usted.
Pues con un "beso" la dejo o si lo prefiere con un "sobe", o ambos, que hoy ando generoso y gracioso, Z+-----"
BERNARDO
- Sí muy gracioso- ahora carcajeaba abiertamente- pero el Zorro es siempre mareante cuando se lo propone- se ríe Bernardo apoyándose en la pared de la gruta y luego que consigue respirar le pregunta- ¿Por eso desaparece usted?, no podía moverse y no quería acabar de juglar, ¿fue eso?...
ZORRO
- No Bernardo, hay veces que todo te pesa, y necesitas tiempos de alejamiento, de crear colores con matices diferentes, y coincidió, eso es todo.
BERNARDO
- Curiosa coincidencia, que estuviese casi dos meses sin escribirla.
ZORRO
- Usted es el curioso, pero en absoluto necesita "la vida", de explicaciones para que ocurra cada día, por ejemplo, con la concepción de un orejudo burro.
Si le parece tome todos los papeles y salgamos fuera, el sol es primoroso aquí en el jardín de entrada y sus orejas lo necesitan.
BERNARDO
- Vamos a salir ¡simpático y traicionero zorro!
ZORRO
- Una pregunta Bernardo, que me interesa, hace unas horas en casa de Lolita veía inaceptable que yo me enamorase de una escritora humana, y ahora casi me anima, ¿a qué se debe?.
BERNARDO
- Recibí hoy lecciones de pasiones y sin conocerla a ella, fue de burro aconsejar como lo hiciera.
ZORRO
- No soy yo, más cuerdo que usted, amigo mío. ¡Venga salgamos fuera!- pasándose el brazo por los hombros salieron dos amigos.

ESCENA VII, en el jardín de el Zorro

ZORRO
- ¿Sabe que en este jardín estuvo Lolita? a la distancia justa, - Pero la vi tan recatada y pura, tan frágil y virgen, como fruta no madura, que no pude rozarla.
BERNARDO
- Ya, le entiendo, y le imagino a usted, feliz de haber vencido tentaciones... pobre chica ella tan ingenua...pero a lo mejor en lugar de confitura del cerezo ella quería ser bollo...- se calló al ver la cara que el Zorro iba poniendo.
ZORRO
- Noto un poco de ironía en tu tono y te advierto, que no te pases o lo dejamos, Haciendas de la Vega y 'malas' compañías, te están simplificando y cargando de estereotipos que seguro te ayudan a vender más o a creer que controlas en base a beneficios, pero no te imagines que sabes comprender mejor que antes.
Llegaste esta mañana humilde y vuelves a dudar de todo, la arrogancia te puede, Presidente Don Bernardo.
BERNARDO
- Muy bien, tu ganas y perdona de nuevo.
¿Volviste a escribirla al regresar a mediados de agosto, verdad?
ZORRO
- Sí, regresé cargado de energías, pletórico de viajes y eso, sabes que me inunda de endorfinas y mucho más, así que a uno de los inspiradores poemas que ella tenía escrito en cabecera, le añadí, refiriéndome a la vuelta a blogosfera:
"Entre balcones de otras realidades cubiertas de reflejos imposibles
va y viene mi sombra, al espacio donde las letras todo ocupan...
Al lugar de virtual quejido de sentires y poéticos mentires del fauno
donde corren las ninfas con cigarrillos
imposiblemente largos y siempre encendidos
gustando fornicar con sus vaginas elásticamente comprensivas con pírricos y fanfarrones falos (erectos solo, en el nanosegundo del vicio).
Allí, donde se habla de amores,
porque en la soledad todo ocupan
porque en la noche todo pueden
porque en el verso todo significan
porque en el deseo todo solicitan.
Y en ese lugar; abalconada atalaya de otras vidas,
la suya 'ella' es icono excepcional de la religión que profeso
conformando usted entre diálogos o razonares húmedos
la seca mueca de unos labios
que no hablan con una pantalla plana
porque me resta palabras su mérito
porque no encuentro espacio en mi lectura
para abrir mi boca sin silenciar su ausencia (tan presente).
En el nanosegundo de mi apetito, usted es Diana
en el imposible de mi ser insustancial, usted me fornica;
en la ausencia de mi estar, 'ella' reclama aquello
que sin saberlo es suyo, 'ella' pide más y yo soy menos o nada.
Siempre fecundado con su palabra, la saludo aún ausente, mi señora."
BERNARDO
- Y surtió efecto su torrente de sinsentidos alusivos a la red y morbo explicito, o mejor su invitación al sexo poético, claro esta.
ZORRO
- La tiene tomada conmigo, ¿acaso no le gusta?
BERNARDO
- Pues tienes imaginación Jesús, no lo discuto, y llevas las palabras a tu guarida, pero le faltó algo menos directo, según mi gusto.
ZORRO
- Pues seguí igual de directo, pero ella hizo un quiebro a la cordura y habló de algo más serio, y tuve que cambiar de tercio con lo siguiente, aunque sin cejar en mi alabanza a ella:
"Hoy venía buscando a la 'ella' que incita mis lecturas
y encontré a la mujer que las escribe.
Salte al balcón que amable me recibe
y resultó no ser balcón sino tribuna.
Y no me extrañó su tono,
ni amargura en el decirlo
ni su suerte de locuaz cordura
o su inteligente tejer de sabia araña
atrapando y manejando insecto en seda pura.
Además en cada comentario se desquita
sumando más saber en cada trazo
mostrando que dice lo que aprende
pero enseñando con su sublime modo de contarlo.
No me pronunciaré sobre el fondo de su escrito
queden sus palabras en insuperable modus.
Tan solo me despido, insinuando
que en el mundo del poema
si no sobran amores, faltan gritos.
Suyo, mi deliciosa luchadora, Z+-----"
BERNARDO
- Y ella sin saberlo dio paso, donde mejor se maneja El señor Zorro, es usted un caso- se ríe Bernardo
ZORRO
- Fue sincero, como todo lo que sale de mis letras... ¿me está preocupando Bernardo? ¿envidia?
BERNARDO
- No te ofendas Jesús, solo es, que eres capaz de escribir un poema, a la injusticia, a la mujer más bella o a una paella, y no bajas el listón en ninguno, de eso me sonrío. Y mi pregunta es, ¿por qué lo haces?, ¿por qué ese estilo?.
ZORRO
- Las palabras en poesía, en mi caso no aparecen atendiendo a razones, ni a sentimientos, sino a la estética del poema, él, solo se genera con ritmo, musicalidad o rima, confluyen siempre cargados de su fondo porque no renuncio a ello y con máximo orgullo, pues las letras son germen de lenguaje y ellas solas nos ofrecen y solas se componen; nosotros escribimos, nada más y a veces, [los que de verdad son buenos] nada menos.
BERNARDO
- Siga por favor, ella se mece en sus palabras, ya veo
ZORRO
- No sé, si se meció, pero fue a buscar dentro de sí, sus propias dolencias con un poema desgarrado con desencuentro en el amor, y al leer aquello, me ofreció sin ella imaginarlo la oportunidad de hacerla mía y escribí estos cuatro cuartetos marcados por el trece de la suerte:

"¡Por Dios, ¿si fuesen para mí, sus tristes versos?!
¡Borraría sin más, de vos la incertidumbre!
levantando sierras y en ellas alta cumbre,
alcanzando sin miedo o máscara, sus besos.
-----------
Lamería su llanto, suave y dulcemente
como el zorro sana a pareja malherida,
abrazaría su almohada solamente
calmando en el reposo el alma dolorida.
-----------
Saldría feliz, de mi cueva siempre oscura
para alumbrar mis ojos con su rubio ardiente.
Y así, la fruta del amor fuese madura
vencer con usted tiempo y congelar la muerte.
-----------
A solas, en oscuro centro del abismo
hacedor antaño de espacio tan severo,
será nuestra Atlántida inmune al egoísmo
donde sobren lechos y nunca falte el 'quiero'.
Suyo, Z+-----"
BERNARDO
- Y hace Mate en un 16x13, perfecto.
ZORRO
- Eso hubiese deseado, un mate, solo uno, con ella para beberlo a dulces sorbos, pero somos los que somos, Bernardo, y eso es imposible. Y fecundado por ese amargo trago de beber a solas, le comenté después en indefinida prosa:
"...
Jamás, en aquella cama que tuve en mi niñez, usted podría caerse, aunque despertase con dolor de espalda, ni llorar tampoco y solo gozar siestas, al saber del sol fuera y fulgurante.
Ni tiempos ni caminos se cruzarán entre nosotros, pero sí los deseos y palabras.
Suyo, ya con nostalgia, Z+-----"
BERNARDO
- Es decir, a punto de ganar en jaque-mate, tiró todas las piezas, porque en realidad había perdido, como si la carga de tanto oro, le recordase que usted es barco de papel en este estanque, y no puede cargar ni el más minúsculo lingote.
ZORRO
- Si no fuese usted tan descriptivo, diría que empieza a versar, Bernardo.
BERNARDO
- Pero ya de nada le vale su huida, ella se asió a la imagen y no parece querer soltarle, escribiéndole cosas impresionantes.
ZORRO
- No es verdad, porque en su siguiente poema, vuelve a sus pasados a sus quedados rescoldos, y en lugar de callarme, sigo viendo a la dulce virgen caminar sobre el fuego y sin fuerza para versos le digo:
"...
¿Sabré mirarla?
Frente a un porche de maderas grises, yo veo una casita de muñecas y usted su dueña dolida que no quiere dejarla.
¿Sabría quererla?
Si el querer es limpiar el corazón cuando se miran los ojos de lo querido, y ver como la boca se transforma en sonrisa y el corazón se calma, al latir deprisa.
Yo, cuando visito sus ojos, sonrío y mi latido se acopla...
"
BERNARDO
- Y al no verle vencido o retirado, ella se muestra más necesitada que nunca de Zorro y del que lo viste, pero parece indicarle una serie de advertencias, para que usted no se equivoque...
ZORRO
- Y yo de nuevo ante la espada, me defino y explico lo que soy:
"...
Sí debiese interpretar literalmente, no creo que al Señor Zorro le sea aplicable, él nace siendo concepto libre y no hay primera mujer ni segunda, solo una noche interminable de ideas y un amanecer de esencias, en italiano se diría "¡Beato lui!" que de nada se asusta y todo lo disfruta.
Por otro lado, De la Vega se enamoró de su poética hace tiempo, y a veces sueña con su nombre (atemorizado), pero es enamoradizo de lo bello y promiscuo a la belleza, y la fidelidad para él, dura lo que dura el verso, solo con la Divina Comedia podrían retenerle o inventando sin cesar como en Arabia lo hizo una princesa.
Y el que escribe, quizás ese es, el que vive en la cueva y allí porta una máscara de hierro, hoy por hoy infranqueable.
Pero recordando hago mía la frase de Alexander Pope, para no cargar ninguna tarea insoportable: "El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera."

Aunque a riesgo de estar equivocado, yo y mis otros, miramos a otra 'ella', buscando entre sus letras la precedente, la no crecida en el dolor, la nunca enamorada del desamor, la que solo a guiños aparece retratada, dispuesta a reinventar poemas sin palabras en una nueva lengua.
A esa 'ella' nada le pediría, tan solo que ocupase todo, que lo fuese todo, y se embriagase de felicidad hasta que ahogase cualquier respiro de la otra, dejando que el pasado muriese dignamente, no por mí, sino por ella.
El título de su película fetiche, también extraído del poema de A. Pope, nos habla de una esencia de perfección, que solo en la columna, celda o cueva y por un santo o santa, se alcanza, yo tampoco soy perfecto y en mi cueva las paredes invitan al pecado con las impresiones de sus besos, mi señora.
Suyos quedan por supuesto mis tres yo, sin más temor que el que no sepa leerme, aunque hasta hoy siempre lo hizo y siempre me halagó el que así fuera.
«¡Qué feliz es la suerte de la vestal sin tacha!
Olvidarse del mundo, por el mundo olvidada.
¡Eterno resplandor de la mente sin mancha!
Cada rezo aceptado, cada antojo vencido."»
de Alexander Pope"

BERNARDO
- ¿Y lo entendió? porque yo le diría, que según como se lea. Lo uno y lo contrario, porque si aclaró cosas, descosió otras.
ZORRO
- Pues ahora que lo menciona, usted, que todo duda y en todo se fija, pues seguramente en parte quedó confundida, pero más que eso, pienso que quedó enamorada (si fuese posible) o al menos necesitada de enamorarse, y me regaló con algo único (un dedicado poema), a lo que respondí con esto:
"He leído en estos meses tanta pasión, belleza, arte... de la mano de usted, que es inútil asombrarse, pues le brota todo, con tal fluidez que pareciese que lo hace sin esfuerzo.
...
Usted arrebata, con su lógica, palabra tan "humana" y con su entereza, nuestros deseos de amarla.
Sus pasiones, sus dolores, sus felicidades... las digiere en su carne, para regurgitar magnificencia en genial verso que nos alimenta a todos
.
...
A quien su último poema se dirija, es quizás un laberinto de calles yuxtapuestas, que desembocarían en 'ella', porque todo es ella quien lo inspira.
Muchos secretos restan por desembozar, en la más torpe y a la vez más apta sierva, capaz de convertir en soplo el torbellino antes tornado.
...
La hembra, que engendra sentires como perlas, crea tsunami de pasiones, e igual, frágil como espuma, al rozar el aire se transforma en cielos, mi cielo.
-----
Petroglifo será al cerrar mis ojos
hembra 'argéntea' inmensa en su birome,
jeroglífico a trazos todos rojos,
diosa Bast que se ofrece a que la tome.
-----
Y si "suya" se da 'ella' en fe tan ciega
besaré su palabra impresa en roca
deseando halagarla con mi entrega
aunque sangren mis labios, lengua y boca."
BERNARDO
- Pues aquí acaba rendido usted y ella rendida en sus respuestas y rendido yo de tanto leerle, que me enamorará a mí y tuve por hoy- casi en voz de susurro- suficiente de eso en la ambulancia.
ZORRO
- ¿Qué dice?
BERNARDO
- Que ella se declara finalmente al Zorro
ZORRO
- En parte se declara, en parte se separa y huye, buscando en los suyos la fuerza, y yo solo puedo regalarle poemas de su gente que ahora ya son míos:
"«¿Por qué me has sonreído en la gastada luz,
y por qué y cómo me has reconocido,
extraña muchachita de arcangélicos párpados,
de reidores, azulados, suspirantes párpados,
hiedra de noche estival sobre la luna de las piedras?
¿Y por qué y cómo, no habiendo jamás entrevisto
ni mi rostro ni mi duelo, ni la miseria
de los días, me has reconocido tan de pronto,
cálida, musical, brumosa, pálida, amada?
¿Por quién morir en la noche inmensa de tus párpados?
Sin embargo, el día llueve sobre el vacío absoluto.
Estrofa del poema Despertar de 'Czeslaw Milosz'»"
BERNARDO
-¿Y cómo sigue... dónde acaban los suyos, sus poemas?
ZORRO
- Pues con el Principito y un juego de palabras, ambos "dulcemente domesticados", y ella se entrega y yo me entrego y escribo en plena declaración de amor apasionado:
------
"Desbordada mirada que me mira
sedientos ojos dipsómanos de nubes
deseos suyos que hienden mi templanza.
----
Lejanías que al versar coadyuves
a reducir tan grande lontananza.
----
Delirios que comparto por momentos
lamiendo a fondo el cauce de su rambla,
durmiendo cada vez que me despierto
para en morfeos otra vez tomarla.
----
Ambrosía usted al libar mi mente
y mi sexo embebido a su palabra.
----
No es tiempo de lamentos ni preguntas
sí interludio gozoso al solazarla."
BERNARDO
- Me gusta lo que ella escribe y también lo suyo, es como jazz melódico.
ZORRO
- Pues ella me abraza y yo la abrazo, en improvisado ritmo, sí quizás, jazz enamorado:
"Tengo mi corazón tan horadado
por sus 'humanas' y cupidas letras
que no existe lugar para el latido
solo pasión y espera de sus flechas.
------
Inspira usted mi centro y mi sentido
del músculo abducido hacia el ensueño
sangrando de emoción verbo vertido
regando su alma sin pedir ser dueño."
BERNARDO
- Hermoso juego Jesús y peligroso, ese del amor fundido en lo desconocido del otro.
ZORRO
- De hecho en su siguiente poema, la fiera que ella esconde, se revuelve y carga con garras abiertas hacia los espacios vacios o tal vez, encriptados miedos a la herida de lo efímero, quizás a mí, tal vez a ella, o peor, porque escogimos lo indefinido y no la tierra, y nos encontramos para amarnos donde uno se pierde sin más maná del cielo que unas teclas.
Yo, intentando no herirla en contestarla, le insto en mi poema que se responda, en un enlazado de inspirados respiros, que exhalan de antemano la incluida respuesta:

"Si el germen que te germina
si aquel labio de tu boca
si la yema que te tocas
si el pecho que se desboca
si el aire que te provoca
-espera disfraz de sombras
¿será amor?
-----
si preservas tus escritos
si con negra seda tejes
si aconsejas la prudencia
si de advertencias no huyes
si temes por la apariencia
si hasta en los celos confluyes
si custodias tu indecencia
-frente al que vive en la ausencia
¿será amor?
-----
Si las dudas no te afloran
si los pesares se olvidan
si los pecados tu invocas
si la prosa hasta te rima
-cuando esa letra aparece
¿será amor?
-----
si estremecen tus sentidos
si giras con impaciencia
si tu rostro palidece
si tus ojos enrojecen
si tus manos se humedecen
si tiemblas y te condensas
si tu vientre habla en tu nombre
-por fuerzas que te dominan
¿será amor?"

Sonó el móvil del Zorro, era un llamada del doctor que atendía a Lolita, descolgó Jesús, pero pasó el teléfono sin haberlo contestado, a las manos de su amigo.
Bernardo grita un "espera" al médico al auricular y se dirige casi corriendo hacia El Zorro, que se mueve con paso acelerado al interior de la cueva, sin mirarle.
BERNARDO
¡Maldita sea Jesús, ella dice que "Va por el amor" ¿cuál es el problema? dime!
ZORRO
Vuelve a leer, porque su aleteo final es otro, "Venìs a mi, y soy un pàjaro que desde su nido, frenètico remonta vuelo"... y dejó de escribir.
Escucha Bernardo, el amor ella lo convierte en vuelo y el invierno en partida, y no sé, para donde sus alas la dirigen, y yo me pierdo amigo, me pierdo en su nido vacío...

Entró el Zorro en la gruta, ungido de emociones, bajando en carrera a ciegas a la profunda sima de los vuersos, donde encontrar aquel poema perfecto y necesario, nunca escrito, que le acercase a ella, como un alba posible donde empezar de nuevo a cortejarse con un final distinto.

FIN DEL SEGUNDO ACTO



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18 esgrimieron la palabra +-----:

UMA dijo...

“No puedo escribir una letra sin oìr
el viento que viene de su nombre.”


No sè si ha sabido usted que sus palabras
tantas veces han tornado en bàlsamo,
en untura, unciòn benigna, en caricia y en abrazo
borbotando amablemente,
merece usted saberlo, Señor Zorro.

Su màgica obra ha hecho fuentes con mis lagrimales,
-leerlo y releerlo y releerme-
Siento que se agitan las palabras dentro mìo,
con las mismas ansias de encontrarle entre la
gente en el silencio de mi sala, con el mismo
deambular –tantas veces- de ver su nombre escrito
y su palabra…y mi zozobra.
Con cauteloso paso y a zancadas, no
puedo negarlo, ser petroglifo en su cueva, sierpe,
o fiera-dulce araña que con tenso hilo le atrapara.
Huelo el dulzor en este microcosmos,
con el alma henchida, mirando sus ojos,
que dicen ’te quiero’ al unìsono…

Sueño, y con esos sueños le veo
y al volver del sueño, me convocan
de nuevo las ganas que engendran las palabras
y me vuelvo a enredar, ya le dije, soy araña, y con sueño la pericia puede fallar…
Cuènteme, dìgame que esta musa suya no le ha de faltar, que como copa fina lo harà vibrar, y su agradecimiento
no serà de ninguna manera una despedida, y dulcificarà mi mundo aunque un roce no llegara
jamàs.
Me brota en los labios un beso màs
dulce que el que Lolita le supo dar… Quien pudiera!
O leer acto por acto a su lado
–hasta podrìa sentir
el acelerado y apasionado latido

y beber el humor que mis ojos no dejan de secretar,
hasta saciar la emociòn que con
su talento y pasiòn me supo otorgar.
Me siento tan torpe ante semejantes
emociones bullendo…un goce indecible,
y una bella comuniòn de silencios en donde hay un 'nosotros'.
......

“Y mirà que apenas nos conocìamos y ya la vida urdìa lo necesario para desencontrarnos minuciosamente.
Como no sabìas disimular me di cuenta enseguida de que para verte como yo querìa era necesario empezar por cerrar los ojos…”
-J. Cortàzar-

Mi beso, mi abrazo y todos mis silencios enclaustrados
en plena exultaciòn, vasto regocijo.
Suya, Señor Zorro.

Inmensamente Suya.

Gizela dijo...

y....
Poemas como dagas esgrimen el corazón de un Zorro escritor.
Se inflama de amor y palpitan letras que en prosa recorren alma, y que incendian sentidos.
Buscando origen que arrastre final destino, recorre caminos marcados con ardor en vuersos y busca su alma enamorada, ansiada laguna de luna, donde apagar su sed de amor.
A veces con un ser, otras con un querer, navega en humedales que brotan de trémula pasión, que de rocío ligero no conoce, sólo de torbellinos de pasión.
Un beso, dulce Zorro

Señor De la Vega dijo...

UMA, no espere al menos en unos días muchas más palabras de mí, todavía releo buscando en tantas escritas en la obra, mil errores imposibles de detectar sin un corazón abierto que las lea.

Puedo traducirle la canción que cierra el telón, y que en una caracola imposible de emociones viaja en los salones vacíos del poeta, aquél que me gustaría ser, para no dejar de versar nunca su nombre.
+-----
Letra de Gocce di memoria/Giorgia:

"Son gotas de memoria
estas lágrimas nuevas
somos almas en una historia imborrable.

La infinitas veces que...
me vengas a buscar
en mis habitaciones vacías...
Inestimable, inalcanzable
tu ausencia que me pertenece.
Somos indivisibles
somos iguales y frágiles
y estamos así de alejados...

Con el hielo en la mente
estoy corriendo hacia ti
sufriremos de la misma suerte
que cortantemente nos cambiará.
Esperamos solo una señal
un destino, una eternidad
y dime ¿qué puedo hacer?
para alcanzarte ahora
para alcanzarte a ti

Somos gotas de un pasado
que no puede volver
este tiempo nos ha traicionado
porque fue inasible.

Hablaré de ti
inventaré por ti
aquello que no tenemos.

Las promesas están rotas
como lluvia sobre nosotros
las palabras están cansadas
y sé que tú me escucharás
esperamos otro viaje
un destino, una verdad
y dime ¿cómo podré hacer?
para alcanzarte ahora
para alcanzarte a ti.....

Señor De la Vega dijo...

Gizela, al versar amor, debería ser así, como describe usted, el amor que se baña en palabras para llevar su carga.
Y de esas palabras bebe quien las necesita, pues son poemas, no labios.
Sólo, se necesita inspirado viento, que las alce con tan preciada carga, torbellino con forma de luna o de perfecta amante. El Zorro lo ha tenido, dichoso él.
Besos mi querida Gizz, Z+-----

Gizela dijo...

Y dichosa esta aprendiz, que los pudo leer y suspirar.
Besos Poeta.
Gizz

Anónimo dijo...

Tiene poemas tan complejos en su texto, que provocan las preguntas más simples, ¿quién es este hombre?, ¿cuál es la realidad?, ¿qué hay detrás?.
Realmente los poetas pensáis de otra manera y sin duda vivís más allá de vosotros mismos y esgrimiendo palabras a veces no planeadas, hacéis imaginar.
En el fondo no inventáis nada, os expresáis con palabras sencillas que apareándolas sintéticamente con asombrosa majestuosidad, nos hacéis sentir absurdamente grandes.
Yo, bajo mi poética ingenuidad considero, que a ninguna criatura humana se le habría ocurrido nunca, con un cortar y pegar, crear algo tan espantosamente bello.
Gracias por hacernos materia de este sueño.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Estimado Sr. de la Vega:
Apreciando y mucho el capítulo (¡"en cada humedad un beso"!), le escribo para saber si admite recomendaciones en el cásting para el papel de Ann...
Saludos.

Señor De la Vega dijo...

Arena, gracias señora por acercarse a mi cueva, en el post por mí más largo publicado, y dejar sus lindas reflexiones.
Se asombraría al saber que detrás de una máscara solo hay una máscara, que la mira a usted.
Y hablando del que escribe, las respuestas son más simples que las preguntas, tanto que, ni merecería la pena contestarlas.
Yo también creo que el que crea poemas, usa lo que tiene (simples letras), para traer en versos abstraídos, mundos donde anida; lo absurdo de creerse después, maravilloso, es tan solo reflejo en la efímera palabra que constante nos anima.(a ello)
Sino le importa, un día usaré esa expresión suya de lo "espantosamente bello", cierto que fue un trabajo arduo (y del todo delicioso) releer mis poemas insertados en los balcones de ella. Y no sé, si fue muy original o poco, cortar y pegarlos con diálogo entre amigos, pero le diré, que para mí era necesario dar un sentido al cuerpo amante de mis versos, pues así no sufriré la sensación de lo perdido entre un bosque que ocultó de florituras el 'percorso'.
Gracias por soñar a mi lado, Suyo Z+-----

Señor De la Vega dijo...

Pedro Ojeda Escudero., encontrarlo en este teatro de mis versos, es muy placentero, y más, que se fije en mis paredes, que andan resistiendo inundaciones tremendas, donde afloran hermosos goterones.
Su recomendación, no me la perdería por nada, siendo el papel de Ann propio de un buen mimo más que texto; desearé conocer su buen y acertado atino en el criterio.
Suyo Z+-----

Tesa Medina dijo...

He podido al fin asistir a su segundo acto sin interrupciones. Aunque merece una segunda lectura para gozarlo.

Ha siso venturoso, emocionante, enternecedor, y no pongo más adjetivos que, según los que imparten talleres literarios, no se llevan nada.

Me quedo sin palabras, pues ya hay bastantes aquí, y no son vanas. Para mí su musa es UMA ella es la que inspira su verbo encendido y Lolita es sólo la tapadera, como su antifaz. Y su amigo que Bernardo que es su yo racional.

Decía Einstein “Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor. Después, todo el amor pertenece a los pensamientos”

Deseo señor zorro que tenga suficiente amor para que no lo malgaste todo en este delicioso, pero aséptico, intercambio de versos.

Espero el próximo acto con intriga.

Besos mi estimado señor de la Vega.

Señor De la Vega dijo...

Tesa, jajaja, merece su paciencia todos mis respetos y me alegro de ser merecedor de tantos adjetivos.
Además soy sabedor, que verdaderamente no ha querido ir a Acto III, (publicado a la vez que el segundo, aunque lo estrenaré en cabecera, al final de esta semana).
Y sin embargo se aventura a realizar predicciones,:-) muy buenas, acertadas algunas y en otras mi opinión es ligeramente diferente, y las verá explicadas en el tercer acto, junto a los agradecimientos.
Einstein, no deja de jugar al relativismo del que hacía gala, ;-). depende desde donde lo observemos; principio o fin, también son relativos, ni siquiera el tiempo es lineal. (Según el mismo Einstein).
Besos mi señora, ojos y luz entre mis balcones, Z+-----

lichazul dijo...

y aquí los besos goteándo humedad
y mi guadaña arrancó esa humedad de un solo zuacate!!jajaja
que cosas de la vega, amores amores amores, todos absolutamente todos , se destilan en nuestro alambique , se maceran y se guardan para catarlos en las primaveras emocionales, y les recordamos en los otoños internos de cada año.

Su pluma es maravillosa
y muy muy prolífica
encantada de dejarle una huellita en su cueva:-)

muakismuakis

Señor De la Vega dijo...

lichazul...elisa, los amores bien sabemos que son Zalagarderos, y yo el primer Zamorano en estas lides.
Pero al no haber en mi teatro Zancudas ni Zafás porque solo lo habitan mujeres maravillosas y un único Zapallo y Zaguango que aquí mora, que no lo soy por ir detrás de una Zapallona ni por Zapatear en una sola fosa, sino porque tengo menos brillo que una Zapata e gamuza y soy Zapato guacho; pero algo de amores he de escribir, sin llegar a ser Don nica y para no quedar como Zapato malo y así presumir de haber calzao Zapato olímpico, aunque en sueños.
Claro que un día, si continúo me darán Zaperna, por andar rodeado de tantos Zaranguacos y me dirán ¡Zarpa! o ¡Zarpao! que eres Zaz pirulín que solo sabes Zetear. (¿y qué sabría hacer sino, si es mi oficio?)
Y todo eso a mí, que he Zizageao a Lolita Ziplok, desde los Zompes hasta la Zorra pela, para que me la acusen por eso y por más, de Zor-presa, cuando en realidad tiene el Zoronca churido por mí.
En fin, que hace bien usted en Zuacatear con la guadaña, y perdóneme, que me paso la vida contando plata delante los pobres.
Suyo queda;-)) Z+-----

Anónimo dijo...

como decimos por mis tierras: ¡ojú que culebrón!

Osea que le zorro se ha enamorado de una lolita ( que por no ser menor y como algún imposible habría de haber...)es lesbiana
--------------------------
(comiendo palonitas, me predispongo a la espera, de ver como termina, toda la escena...)

Anónimo dijo...

Ahora me di cuenta, que la obra segía..¡que cabeza la mia!. La terminé de leer, magistrar giro (muy acorde con los tiempos) y es que el dinero aveces debora a la belleza porque se cree supremo.

Me ha sorprendido, entretenido y agradado.

aplausos, aplausos...hasta que todo el reparto tenga que salir 3 veces al escenario

Señor De la Vega dijo...

beatriz, jajaja, te tienes que releer la primera parte, para que la segunda la entiendas bien y luego enlazar con la tercera, jajaja.
Yo comprendo que es un poco larga y enredada, pero solo lo justo.
Me alegro que al final te gustase...agradezco mucho, tus aplausos, con sincera humildad.
Un abrazo y besos, suyo Z+-----

PIER dijo...

Hola..
Que decirtte..
que me ha gustado..un montón..Magistral..
HOOO...
Espero que te encuentres bien.
Te dejo abrazos.

Señor De la Vega dijo...

Pier Bionnivells, me alegro que le haya gustado. Le diré señora, que es por ahora, el escrito más ambicioso que yo he escrito, y con el que más he disfrutado, si esto último es la razón de la escritura, en mi caso he quedado colmado, feliz y lleno.
Tiene tantos planos donde recrearme, que le recomiendo a cualquiera que lo intente. Yo seguiré mientras aprendiendo.
Abrazos y suyo queda, Z+-----